El arte de la desinformación
Hay
que reconocer que la izquierda en este ámbito nos da “cancha, tiro y lado”. Son
verdaderos artistas y nosotros, niños de pecho; y la D.C. no lo hace mal, en
especial, cayendo en el negativismo al no reconocer el apoyo inicial de Frei Montalva
y Aylwin al golpe miliar. “El país no
tiene más salida salvadora que la gobernación de la Junta...La guerra civil
estaba preparada por los marxistas... Es alarmante que en Europa no se enteren
de la realidad: Allende dejó la nación destruida... La gente en Europa no sabe
lo que ha pasado, no sabe que Chile está destruido".
En
Chile no existió una política de exterminación como en los países comunistas. Los
militares no salieron un día con tales propósitos. Fueron los hechos y las
circunstancias en respuesta a las situaciones a que se vieron enfrentados; los
esfuerzos, agotamientos, fatigas y estrés a que estaban sometidos los que los
hicieron incurrir excepcionalmente en tales conductas. La propaganda marxista
ha hecho aparecer a nuestros soldados poseedores de un ADN que los impulsa a
cometer los mayores atentados contra los DD.HH. De ser así, se habrían ya manifestado
en todos estos años contra los jueces que han hecho de la prevaricación, el no
respeto a la ley de amnistía vigente ni a la prescripción de los delitos, como la
presunción de inocencia, la vulneración de la igualdad ante la ley y el sometimiento
a un sistema procesal obsoleto, que solo se aplican a los miembros de las
fuerzas armadas en retiro que tuvieron participar en los hechos que se
investigan. Ministros y Cortes fuertemente ideologizados o buscando acceder a
las mayores instancias del poder judicial han hecho escarnio de ellos después de
50 años. Hacen gárgara con los preceptos legales internacionales, omitiendo
descaradamente que el artículo 7 del Estatuto de Roma, respecto a la
irretroactividad expresa: Nadie será
penalmente responsable de conformidad con el presente Estatuto por una conducta
anterior a su entrada en vigor; y en Chile solo rige a partir del 18 de
julio de 2009.
A la fecha según un informe de Gendarmería no
hay un solo condenado por delitos de
lesa humanidad, por cuanto los jueces se han cuidado de no dejar constancia de
ello por reconocer que caerían en ilegalidad. De atribuirles a nuestros hombres
tales conductas vendría al caso lo que un ex funcionario de gobierno recientemente
habría expresado a una persona actualmente muy cuestionada: ¿Cuánto vale un
colombiano? O bien, repetir los sucesos de 1985 en el Palacio de Justicia en
Colombia y “otra cosa cantaría el gallo”.
Sin embargo, tanto ellos como las instituciones han sido absolutamente
respetuosos del Estado de Derecho. En todo caso no conviene abusar de la
paciencia.
Pero los críticos callan o niegan las
conductas de los movimientos subversivos, los ataques con bombas, incluso en
poblaciones de escasos recursos que hirieron y mataron a niños inocentes. Han
olvidado el atentado ferroviario de Queronque con 48 muertos y más de 500
heridos, provocado por terroristas en el cual le habría cabido responsabilidad
al padre de MEO. Según el informe Rettig
habrían sido 2.279 los fallecidos en los 17 años, una cifra bastante inferior
al millón de muertos que preconizaba el comandante Pepe para materializar su
revolución y la conquista del poder; y los que anunciaba el Che Guevara en las
ONU con todo desparpajo. “Hemos fusilado y seguiremos fusilando.” El mismo
informe señala que 2.115 personas fueron víctimas de las violaciones a los
derechos humanos, que hoy día gracias a la suculentas indemnizaciones que ha
otorgado el Estado con fondos de todos los chilenos ─que suman miles de miles
de millones de pesos─ lo que ha despertado el apetito de los abogados
defensores habría alcanzado por arte de magia los 10.000 casos. Basta que dos
personas se pongan de acuerdo y digan que fueron torturados para entrar al sistema
de beneficencia, con substanciosos réditos para los patrocinadores.
Nadie
informa sobre los fallecidos de las FF.AA.; entre el 11 de septiembre de 1973 y
diciembre de 1976 hubo 125 muertos, 200 heridos y 8 desaparecidos; y a
diciembre de 1988 se suman 90 fallecidos y 224 heridos. El combate no fue
contra novatos, lo que pasa es que fuimos más eficientes.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
Como siempre, no puedo estar más de acuerdo con el análisis de
ResponderEliminarToribio. La izquierda no sólo es mentirosa, sino también muy cobarde.
Allende y sus partidarios nos anunciaban la toma del poder por las armas,
pero cuando vino la respuestas de nuestras FF.AA., exigida por la inmensa
mayoría del país, corrieron a asilarse a las Embajadas y a protestar por las
violaciones a sus derechos humanos. Vergüenza debería darles!