Q.T.L.D. Qué te lo digo
Pido excusas a esta tolerante audiencia, pero Toribio no es inmune a la farándula. Es que hay un personaje del cual uno no puede dejar de caer más de algún comentario. Conocido en el ambiente político y farandulesco porque no ha dejado elección presidencial en que postula y ahora va por la quinta vez, a sabiendas que le irá como la mona y no pasará a 2ª. vuelta, pero ha descubierto que la mejor manera de no trabajar y ganar plata es ser candidato presidencial y como el voto es obligatorio, los chilenos estamos dispuestos a llenarle una vez más los bolsillos.
Por qué el “techo de
vidrio,” expresión criolla cuando una persona enrostra a otros daños
morales, y los propios son mayores y más fáciles de ver. Este progresista
de limosina, en una entrevista radial descalificó a los candidatos que
encabezan las encuestas: De Matthei. dijo que era hija de un golpista; de Kast, que era hijo de un nazi y del tercero -sin nombrarlo- adhiere a que vuelva lo peor de nuestra historia y se haga ahora,
Kaiser. Lo anterior indujo a la periodista a preguntar qué tan distinto
puede ofrecer el hijo de Miguel Enríquez que había creado el MIR, que legitimó
la violencia para producir cambios en país, a respondió "que se sentía mucho orgullo y que ninguno de los miembros de su familia
había participado en torturas ni amparó ni legitimó la dictadura...”
Como la mayor parte de los chilenos sub sesenta, no vivió o
no conoció a Miguel Enríquez -en adelante, Miguel- padre de Marco Enríquez-Ominami Gumucio, he aquí una breve historia: Miguel, nació en el seno de una
familia apegada a la política. Dos tíos, hombre y mujer, fueron senadores (P.R)
y su padre, no obstante, capitán de navío (R), médico, luego fue rector de la U.
de Concepción y más tarde Ministro de Educación de Allende. La tierra era
propicia, estaba arada y la semilla lista, bastaba sembrarla y regarla. Eso vino con
la revolución cubana. En 1961, con 17 años formó en la Universidad de
Concepción el MSI (Movimiento Socialista de Izquierda) y hasta 1964, junto a
sus hermanos Marco y Edgardo y otros jóvenes, integraron diversos grupos
vinculados al PS: como la FJS, el MSR, el GMR, la VRM. “Rebelde”, viajó a China
y a su regreso tomó contacto con el MIR de Venezuela y Perú, dando luego origen
al MIR en Chile, en agosto de 1965.
Integró su comité central, sustentando la tesis política
militar “La conquista del poder por la vía
insurreccional, que rechazaba la teoría de la «vía pacífica»
porque desarma políticamente al proletariado y por resultar inaplicable ya que
la propia burguesía es la que resistirá, incluso con la dictadura totalitaria y
la guerra civil, antes de entregar pacíficamente el poder.” “Si quieren guerra tendrán guerra.” El lector podrá deducir que en
plena democracia, bajo el gobierno de Eduardo Frei M., y su “Revolución en
Libertad”, sin vislumbrarse siquiera el gobierno militar, el faro cubano de
Fidel fue el maná que alimentó a estos revolucionarios que pretendían emularlo.
Consecuente con su tesis, entre 1965 y 1970 con el fin de financiar el MIR
asaltó bancos y camiones de valores; entrenó a sus militantes, de preferencia
en Cuba; y no fueron pocos los fundos y fábricas que asaltó. Durante el
Gobierno de Allende, si bien no participó en actos de campaña a su favor, llegó
a un acuerdo con el mandatario de no continuar con los actos de violencia y
dotaría con sus militantes parte de la estructura del GAP, encargada de la
custodia del Allende, contribuyendo además a su entrenamiento; sin embargo, hubo
asaltos selectivos, asesinatos, ocupaciones de terreno y robo de armas a uniformados.
A partir de la intervención militar en 1973 se vio en la necesidad de
pasar a la clandestinidad, llevando a cabo sabotajes a infraestructura castrense,
a torres de alta tensión y a líneas férreas; atentados a autoridades, como lo
fue el asesinato a mansalva del Intendente de Santiago, general Carol Urzúa, y a
dos de sus escoltas; asesinato al coronel Roger Vergara junto a su chofer
mientras se dirigía a su oficina; el asesinato a cuatro carabineros que
custodiaban el domicilio del general Sinclair; el ataque frustrado al ministro
del Interior, general César Benavides; la emboscada a un mayor de carabineros
que acudió a un falso requerimiento, quien murió producto de las bombas instaladas
y dejó heridos de gravedad a cuatro policías; el asesinato al carabinero que
custodiaba la Llama de la Libertad; etc., etc., además de cientos de militares
y policías que fueron asesinados a mansalva; a inocentes que murieron como consecuencia de bombas dejadas en lugares públicos precarios. Uno de los cuales tuve
oportunidad de conocer personalmente mientras cumplía funciones en la SGG., al
acudir a la población Lo Hermida, donde falleció un menor de 10 años y dos
hermanos quedaron gravemente heridos.
En 1974, Miguel encabezó el asalto a la sucursal Huelén del Banco Chile y al negarse el agente a entregar las llaves de la bóveda, lo golpeó en la cabeza con su revolver. El agente, lejos de amilanarse propinó un fuerte golpe -Toribio desconoce si fue un Cross o un Upper cut- pero terminó con el villano en el suelo, desde donde ordenó a sus secuaces “bájenlo”-es decir mátenlo-. El funcionario recibió seis tiros y sin embargo sobrevivió milagrosamente. El 5 de octubre de ese mismo año, personal de la DINA logró detectar accidentalmente su guarida, Miguel y sus acompañantes al percatarse hicieron fuego desde el interior produciéndose un enfrentamiento, donde resultó herido de muerte Miguel, y gravemente heridos dos de sus acompañantes y la pareja que convivía con Miguel, Carmen Castillo -hija del arquitecto Fernando Castillo V. - que se encontraba embarazada de seis meses, siendo conducida por el teniente Krassnoff al hospital militar. Tiempo después viajó a Inglaterra, donde nació su hijo en los primeros meses de 1975. Sin embargo, el proceso incoado por la prostituida justicia a los militares, determinó que fue un asesinato, condenando al teniente a 10 años de prisión y a los chilenos a pagar una indemnización de $50 millones a la guerrillera herida.
Q.T.L.D. Que te lo digo, te lo digo ME-O. Tu padre fue un
ladrón, ladrón de banco, pero ladrón. Cuasi asesino al sobrevivir
milagrosamente el agente bancario; autor y cómplice de la escalada guerrillera
que sacudió al país por décadas con el claro propósito de alcanzar el poder por
la vía violenta y provocar una confrontación revolucionaria. “Si quieren guerra tendrán guerra.” De ser juzgado con el mismo criterio que lo han hecho
con los miembros de las FF.AA. y policías que los combatieron, estaría
condenado a cadena perpetua.
En otro orden de ideas, todo parece indicar que estos
dirigentes producto de su clandestinidad tenían un particular modo de vivir,
tanto hombres como mujeres. Algo así como el lema de los Tres mosqueteros, de
Alejandro Dumas: Todos para unos y uno para todos, con alguna variante. Toribio no
juzga, se aviene a los hechos. Miguel casó con A.P. en 1968, de cuyo matrimonio
nació J.A. Enríquez en 1969, divorciándose al año siguiente. Posteriormente se
unió en pareja con Carmen Castillo, compañera del MIR. Según Wikipedia, en 1973
con Miguel vivían en la calle Santa Fe, junto a su hija Camila, producto de su “amistad”
con Pascual Allende, sobrino del extinto mandatario, y con J.A. la hija de
Miguel, de su anterior matrimonio. A todo esto, ME-O, tu naciste el 12 de junio
de 1973, fruto de la relación de tu padre -ambidiestro- con Manuela Gumucio,
quien estableció más tarde un vínculo permanente con Carlos Ominami, quien te
adoptó y cambió tu apellido. Más tarde ex ministro de Lagos y Bachelet y
senador. No obstante, se le considera responsable del llamado a retiro de su
padre, Coronel de Aviación, por el robo de plano de instalaciones militares; y
posteriormente, de acuerdo a publicaciones de la prensa sería partícipe del
accidente ferroviario en Queronque, en 1986, que dejó un saldo de 58 muertos y
510 heridos, hecho nunca aclarado.
ME-O no todo lo que brilla es oro y el mal pensado de Toribio
cree que de haber seguido con vida Miguel, habría seguido tapizando hijos por
doquier. Creo que muchos lo envidiarían, ahora que el índice de natalidad es tan
bajo. Moraleja. No hay que escupir hacia el cielo,
porque te puedes mojar
Fernando Hormazábal
Díaz
General de Brigada (R)
Sospecho que a Meo no le agradaría esta ilustrativa columna.
ResponderEliminarSe dice que "los hijos no son herederos de los pecados de sus padres". Hay otro dicho, sin embargo, que señala "lo que se hereda no se hurta".
ResponderEliminarComparto plenamente los comentarios de Toribio y como soy un vejete cargado de años, fui testigo presencial de todo esto. El "revolucionario" MEO es un flojo que vive a costillas de su mujer doña Karen Doggenweiler y haría bien en intentar trabajar un poco, aunque le cueste. El nombre es muy feo
ResponderEliminary se les llama CAFICHE.