¡Toribio, Toribio!, despierta (lo muevo en su cama)
- ¿Qué pasa, qué pasa hombre,
¿eligieron a Boric?
- No, tranquilo Toribio. Es que
estabas hablando dormido, como diciendo una arenga.
- No,
nada que ver, muchos años que dejé de hacerlo, me responde y agrega a
continuación:
- Yo
no hablo dormido, pienso dormido que es muy diferente.
- ¿Y
en qué pensabas dormido? acoto siguiéndole la corriente.
- Mira,
es un llamado a los jóvenes, a los sub-40.
- Expláyate,
le sugiero todo curioso.
Estamos
conscientes que la gran mayoría ha sido víctima de la doctrina gramsciana que
ha reinado en las universidades y centros de altos estudios desde hace décadas
y que nuestras generaciones no fueron capaces de refutar y orientar en lo que
vendría, colmados y satisfechos por el bienestar logrado.
No
es necesario partir de cero, ni refundar la República ni echar abajo las instituciones
fundamentales existentes. Los intentos anteriores han fracasado y han terminado
en situaciones con episodios que aún se recuerdan, lamentan y nos dividen. Eviten
repetirlos”
Eso
es todo querido amigo, y si Chile opta por el camino equivocado, le pido a mis
descendientes que, llegada la hora coloquen en mi tumba una placa de bronce con
el llamado anterior, de manera que cuando nos visiten en la próxima residencia,
junto con rezar un padre nuestro y un ave maría -que harta falta me hará- digan:
después de todo el viejo tenía razón.
Fernando
Hormazábal Díaz
General
de Brigada (R)
Muy interesante Por supuesto lo emviar a mis amigos
ResponderEliminar