Y el agua contaminada corre y corre.
Esa
es la impresión que causa el poder
judicial chileno, prácticamente prostituido por jueces y fiscales que persiguen
sin descanso a ex miembros de las fuerzas armadas, en especial la segunda sala
de la Corte Suprema, valorada y destacada por uno de los jueces más rufianes,
Mario Carroza, quien es el encargado de coordinar todas las causas por DD.HH.
en la que estarían comprometidos exfuncionarios. Toribio recurre a esta
analogía, ya que no hay día en que desde los diversos jueces y cortes que
sustancian dichos procesos judiciales escurran en forma ininterrumpida
resoluciones en una lucha desenfrenada, competiendo en la cantidad de años de
presidio que reparten a diestra y siniestra por hechos acaecidos hace medio
siglo, afectando a jóvenes en esos años iniciando su carrera y que actuaban en cumplimiento
de órdenes. Sin embargo, ya fallecidos los mandos superiores sufren el escarnio
despiadado de quienes dicen ejercer la justicia, pues buscan con ello no solo
la venganza sino mejorar sus expectativas para favorecer sus carreras
profesionales. Alcanzar la Corte Suprema, jubilar a los 75 años, con una
remuneración que bordea los $14 millones, más auto fiscal y otros beneficios,
es un muy buen incentivo. El fin justifica los medios parece ser la guía de estos
pseudos servidores de la justicia, sin importar la podredumbre y el hedor que
rodean much0s procesos.
A
los casos recientemente referidos por esta pluma, donde la causa del teniente
Cheyre y la conocida como el “de los quemados” –ambos instruidos por Mario
Carroza– constituyen la mejor prueba a que nivel de pudrimiento ha llegado la
imposición de una pseuda justicia, que ha dado lugar a un nuevo emprendimiento, sustentados por abogados que al parecer se coluden con jueces. Trecientos y
cuatrocientos millones de pesos ─según confesara a Toribio un inculpado después
de haber sido sobreseído en un proceso anterior por la misma causa─ que los querellantes
de Carmen Gloria Quintana y de Rodrigo Rojas de Negri le habrían solicitado para retirar las
querellas.
En
los próximos días la Corte Suprema de Justicia resolverá el pedido de
extradición solicitado por la justicia de Italia y que ya cuenta con la bendición
de la ministra Ángela Vivanco, en contra del teniente de aquella época Manuel
Vásquez Chahuán, quien ha sido procesado y condenado a presidio perpetuo en el
país requirente, causa realizada en forma oscura, sesgada y secreta sin la
presencia del presunto inculpado, pues jamás fue notificado o invitado a fijar
domicilio en Italia o nombrar letrado allá en su representación; en síntesis, como
lo afirma su abogado defensor “en el proceso en Italia no fue oído por
decisión caprichosa, hostil o desidiosa del Estado Italiano, cuestión que se
agravó con la imposibilidad absoluta de salida de chile desde Julio del 2010”,
ya que existe arraigo nacional por otras circunstancias, como es la situación
de cientos de exfuncionarios de las fuerzas armadas en retiro, víctima de la
persecución odiosa de miembros del poder judicial.
Se
le condena por el homicidio de Roberto Venturelli Leonelli basado solo en hipótesis, sin haberse declarado judicialmente la muerte presunta ni mucho
menos haberse acreditado que el teniente Vásquez haya cometido dicho delito.
Por el contrario, ha quedado meridianamente claro documentalmente, que mientras
el ciudadano italiano permaneció detenido en Chile entre el 12 de septiembre y
el 20 de octubre de 1973, el teniente Vásquez era partícipe de una operación
militar en el Complejo Maderero de Panguipulli en busca del terrorista Gregorio
José Liendo, conocido como el comandante Pepe, quien fuera detenido días
después y entregado en el retén de Liñique, más tarde sometido a Consejo de
Guerra y fusilado en Valdivia en octubre de 1973, Consejo que la actual
justicia desconoció y tiene procesado a los militares vinculados que aún están
con vida. Durante la citada operación militar, el teniente Vásquez enfermó
gravemente de tifoidea y fue extraído en helicóptero el 24 de septiembre y
trasladado a Temuco, permaneciendo hospitalizado y posteriormente con reposo
absoluto en domicilio hasta el 21 de octubre. Todos estos hechos constan en su
hoja de vida, siendo acreedor de una anotación de mérito de la cual hay constancia en el mismo
documento. Cabe señalar por otra parte, que al teniente Vásquez la justicia
italiana lo identifica como un agente de inteligencia secreto del Ejército, como autor penalmente responsable del delito de
homicidio voluntario pluri-agravado
cometido en Chile el 16 de septiembre de 1973 en contra del ciudadano italiano Omar
Roberto Venturelli Leonelli, lo que es absolutamente falso dado los antecedentes ya citados; por lo que resulta absurda la resolución de la ministra Vivanco de negar
la solicitud de extradición estando pendiente la causa por la desaparición del
ciudadano italiano.
Todo
parece indicar que doña Ángela Vivanco de algún modo quiere corregir su caída
como vocera, cuando tanto el presidente Boric como el ministro de Justicia le
dijeron que los jueces hablan con los fallos y no por declaraciones. Esperamos
que prime la cordura algún día en el máximo tribunal.
Volviendo
al tema que nos preocupa, Pepe Grillo anda rondando y algo me dice al oído,
trato de hacerme el tonto, pero debe ser un grillo vasco por lo porfiado. Le
escucho:
─Mira
Toribio. ¿Qué sacas tú, Humberto, Cristián, Christian y tantos otros en dar
cuenta de la corruptela judicial? Todo indica que es en vano escribir y
pregonar sobre el estiércol que abunda en dicho poder. A diario, desde ellos escurren las aguas contaminadas y no hay gasfíteres que den solución al problema. Realmente los
admiro por vuestra persistencia. Por una parte, los mandos institucionales jerarquizados,
obedientes, no deliberantes están atados de mano y veo muy difícil que por lo
menos expresen su preocupación por esta impúdica justicia. Y por otra, está absolutamente acreditado que
los políticos en general valen hongo, solo les interesa mantenerse en sus
cargos, disfrutar de sus millonarias remuneraciones, cuantiosas prebendas y no
meterse en zapatos de chinos, conscientes de la inmoralidad reinante en jueces
y fiscales. Al mismo tiempo los chilenos ─que nos llenamos la boca de ser
solidarios─ a nadie le interesa el futuro de nuestros camaradas de armas, son
mal agradecidos y viven el país “del nunca jamás”. Me sumo al ejemplo de Hermógenes
Pérez de Arce al citar el caso del Capitán Dreyfuss, (siglo XIX), en que toda
la sociedad francesa protestó en forma airada ante la injusticia de que fuera
víctima, hasta que se logró su restablecimiento; con una gran diferencia, Punta
Peuco, Colina 1 y otros recintos albergan a decenas de Dreyfuss, pero en Francia
en esos años, existía una reserva moral, aquí al parecer queda muy poco o no
hay.
─Pepe Grillo, tú lo ves muy sencillo, pero ¿cuál
es la solución?
─Te lo he insinuado varias veces, pero no hay
mayor sordo que el que no quiere escuchar. ¿Te lo digo en Power Point o con
peras y manzanas? Hay que remover las conciencias, a menos que seamos
cómplices de que los veteranos del 73
mueran en los recintos penales o se suiciden, ante la carencia de juicios
justos y no basados en la venganza.
─ ¿Y cómo remover las conciencias de los
chilenos?
─Mira, yo sé que tú no estás de acuerdo, pero, en
estos momentos en que cada día el nivel de violencia nos asemeja a un país
bananero, hay dos alternativas: Recurrir al sicariato, así de simple, haciendo
uso de la experiencia extranjera y candidatos de pasar al más allá sobran; o bien, que los afectados
en vez de agotar sus días en esperanzas vagas u optar por el suicidio como
varios lo han hecho, antes de morir en los recintos penales dada su avanzada
edad y precaria salud sin gozar de los beneficios legales establecidos, que ante la
falta de apoyo y las circunstancias reinantes opongan resistencia armada en el momento de
su detención con los costos que ello traería consigo. Morir con las botas
puestas
─Sabes, Pepe Grillo. Te fuisteis al chancho. Te
recomiendo unas vacaciones.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
La pregunta es¿Cómo cambiamos a estos jueces prevaricadores por jueces justos?
ResponderEliminar¿
En la etapa final de mi vida me duele ver a mi querido país viviendo situaciones tan irritantes como
ResponderEliminarlas que señala Toribio. De la actual Justicia chilena no se puede esperar nada, ya que es sesgada, politizada y corrupta. Como dice la letra del tango "lo que más bronca me da es haber sido tan gil".
Me refiero a nuestras FF.AA, las que habiendo detentado el poder por casi 17 años, lo entregaron sin tomar los recaudos necesarios para evitar que los gobiernos civiles que lo sucedieron iniciaran una caza de brujas y acciones de represalia en contra de ellas, cuyas consecuencias todavía viven ancianos sobrevivientes de aquel entonces. Esto nunca debió haber ocurrido y fue un verdadero salto al vacío. Más de una vez le comenté esto a Toribio y me duele hacerlo de nuevo. Dicen que no hay que llorar sobre la leche derramada, pero yo lo hago y con rabia y dolor.!