Quien iba a pensar que el fundador del Partido
Comunista en Italia hace ya un siglo, Antonio Gramsci, tendría los alumnos más
aventajados en Chile. En efecto, de nada sirvió la violencia revolucionaria
inevitable y legítima como la única vía la única que conduce a la toma del
poder político y económico y a su ulterior defensa y fortalecimiento, del
Partido Socialista en la década del 60; ni la revolución con empanada y vino
tinto de Allende con su Unidad Popular, pese al apoyo de los miles de cubanos
armados en Chile y de las huestes revolucionarias criollas dirigidas por el
asesino Miguel Henríquez –entre otros- cuyo hijo acaba de recibir una suculenta
indemnización de $150 millones que pagamos todos los chilenos, porque los
corruptos jueces determinaron que no murió en un enfrentamiento, sino que fue
asesinado. Así, piano, piano, el Partido Comunista chileno durante las tres últimas
décadas ha venido preparando sus cuadros, copando universidades, colegios,
sindicatos y colegios de profesionales; periodistas que pululan en los medios,
cuyos dueños supuestamente de derecha se hacen los tontos para que no le hagan
olitas y le echen a perder el negocio. La academia, el arte y la cultura -salvo
contadas excepciones- fueron abandonados por la derecha que se engolosinó con
esto de los jaguares de américa y lo
de la perla más valiosa de América,
interesaban más los números y el ranking. No se podía comer chicle y caminar a
la vez. Así hemos sido invadidos por el progresismo extremo que ha sacudido
nuestras raíces cristiano occidental y escudado en causas nobles, como el
animalismo, el feminismo, el ambientalismo, la identidad de género, etc., han encontrado la trinchera desde el
globalismo para destruir a nuestra sociedad poco a poco, avanzando hacia el
Estado gramsciano: es todo el complejo de actividades prácticas y
teóricas con las cuales la clase dirigente no sólo justifica y mantiene su dominio,
sino también logra obtener el consenso activo de los gobernados.”
Toribio,
saca a colación un refrán criollo: no es culpa del chancho sino del que les da el afrecho, y por Dios que hubo
afrechadores, partiendo por el más nefasto de Sebastián Piñera y dirigentes
políticos -los estúpidos inteligentes o viceversa que hoy guardan silencio- que
llamaron a votar Apruebo, después que habían aprobado una modificación a la
C.P.E. a la pinta de la izquierda con escaños reservados, privilegiando a
sectores independientes –con escasa preparación en general- en lugar de los
partidos políticos, donde la izquierda ultra pobló infinidades de grupúsculos
que hoy forman mayoría de la Convención que ha entregado un mamarracho de
borrador de Constitución, que de aprobarse será el fin de nuestra república
unitaria, que el “gran titiritero” de Tellier, apresta a servirse el plato sin
que esté el Chapulín para que nos pueda salvar.
Si
los chilenos comulgamos con esta rueda de
carreta, el terrorismo, el narcotráfico, la violencia y la delincuencia
crecerá a borbotones, pues ante una grave alteración del orden público o de grave daño para la seguridad
de la nación, como lo es actualmente en las macro zonas Norte y Sur, no se
podrá declarar el Estado de Emergencia, pues fue suprimido; ni mucho menos
declarar el Estado de Sitio, que debió haberse declarado hace muchos años para
combatir el terrorismo en el Sur, por cuanto se eliminó la causal de grave conmoción interior y tan
solo se podrá invocar en caso de conflicto armado interno. Y la
gota que rebasó el vaso, ante una calamidad pública se podrá declarar el Estado
de Catástrofe, pero la zona declarada quedará bajo la dependencia inmediata del
Jefe de Estado de Excepción quien será una autoridad civil designada por el presidente de la República, la que
asumirá todas las tareas y obligaciones que la actual norma le otorga por
delegación al Jefe de las Fuerzas Armadas, quienes junto a la policía deberán cumplir estrictamente las órdenes de
la autoridad civil.
Pero Toribio
afirma que eso no es todo, faltaba la guinda de la torta: Los comandantes en
jefe de las FF.AA ya no serán inamovibles durante los cuatro años de su gestión
y no será necesario un decreto fundado e informado previamente al Congreso Nacional
si lo requiere hacer antes de dicho
plazo, pues lo podrá hacer en cualquier momento y por simple decreto; como asimismo
la designación de dichas autoridades no obedecerá al criterio de las proposiciones
de los respectivos mandos entre las cinco primeras antigüedades de cada institución.
Quedará a criterio del Presidente de la República, pudiendo nombrar a quien
estime conveniente. Incluso podría descabezar a todas las instituciones y designar
en dichos cargos a oficiales superiores; como tampoco el borrador expresa en forma
taxativa que la incorporación a las plantas y dotaciones de las Fuerzas
Armadas y de Carabineros sólo podrá hacerse a través de sus propias Escuelas.
En
síntesis, con el actual gobierno quedaremos sujeto a lo que Tellier y el PC
decidan. Terminaron con las leyes orgánicas institucionales y la ignorancia y su
complejo pusieron fin al Consejo de Seguridad Nacional. Las FF.AA. solamente
podrán actuar en caso de una guerra externa, así lo dispuso la ONU y el orden interno quedará en manos de la policía
uniformada que ya no será militarizada e Investigaciones, ambas con serias
restricciones por las RUF. Pero lo anterior a nadie parece importarle, los
chilenos están pendientes del Ciberday y de los espectáculos masivos, donde irá
a parar parte de los bonos entregados por el Gobierno.
No
quisiera encontrarme en la situación de los comandantes en jefe, porque pesa el pago de Chile, pero de
aprobarse este proyecto, serán décadas de postración y sufrimientos para la
nuevas generaciones. Cada día cobran más valor las palabras del almirante
Vergara, respecto al abordaje, por mi parte, aunque se querelle Rendón, solo repito:
¡Aún tenemos Patria ciudadanos!
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
Si consideras de interés, ruego difundir.
Nunca pensé que volvería a ver la destrucción sistemática de mi querido país.
ResponderEliminarNuestra clase política es un desastre y poco se puede esperar de
ella y no me refiero a la extrema izquierda que nos (des) gobierna,
sino a la ex Concertación y especialmente a los partidos de derecha,
mucha más preocupados de mantener sus bastardos intereses personales que
de los del país.
Creo que nuestra única esperanza es que la opción RECHAZO
ResponderEliminargane el plebiscito y habrá que jugársela en todos los ámbitos.!
AY.....ayayaiiiii.....querido Toribio....toi atoraoooo...dijo otro amigo guaso, mio.... QUE HACER....???? UFF ME DOY DIJO EL kiko
ResponderEliminarNO COMMENTS...dijo otro amigo mio...Saludos , Toribio querido, El buen DIOS QUIERA AMPARARNOS
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