“Todos somos animales, pero algunos
son bestias”
Por ello no deja de llamar la
atención que un investigador del IES en su columna “Fuegos reales e imaginarios” los
emule a los incendios de origen natural por las extremas condiciones climáticas
en España, Portugal o California; al mismo tiempo que señala el surgimiento de la paranoia conspirativa y la
difusión de rumores y noticias falsas, atribuyendo éstas a gente de
derecha. Todo parece indicar que el humo que ha alcanzado la región
metropolitana ha obnubilado la mente del autor, porque a esta altura de los
hechos es indesmentible la participación de terceros, pirómanos e integrantes
de grupos radicales de mapuches, que han dejado testimonios vanagloriándose de
sus “heroicidades”. Bomberos de la IV región, voluntarios que concurrieron a
este mega incendio declararon que en Temucuicui les obligaron a entregar el
agua que llevaban, amenazados de palabra y a pasar por un puente que no reunía
las condiciones de seguridad; el ataque a funcionarios de la Forestal Arauco que cumplían funciones de vigilancia por individuos encapuchados y con armas
de fuego, robaron su camioneta y luego la quemaron en el centro de Collipulli;
amén de numerosas personas que ya han sido detenidas vinculadas con los
incendios, apoyados en imágenes indesmentibles y declaraciones de testigos las
que suman varias decenas. Sin perjuicio de lo anterior, el gobierno no ha
salido a desmentir el rumor de un hecho de gravedad extrema, en el sentido de
que el avión Ten Tanker no habría sufrido una falla técnica sino que habría
sido impactado por un proyectil balístico, como CONAF lo hiciera para negar que
aeronaves hubiesen sido atacadas con armas de fuego, reconociendo sin embargo, que
videos que circulaban correspondían a incendios
anteriores. En igual modo cubre un manto de duda el hecho que la Fuerza
Aérea al momento de escribir la presente, no indicaba las razones de la caída de
un dron de su pertenencia.
La opinión generalizada de expertos
y de pilotos de naves aéreas que combaten incendios afirman que en Chile estos han
sido producidos por personas, ya sea en forma accidental por negligencia o
descuido en un 2% e intencionales en el resto, y que no guardan relación con
incendios de otras latitudes. Es cierto, como oportunamente fue advertido por
los servicios meteorológicos que existirían las condiciones de una tormenta
perfecta: muy altas temperaturas, baja humedad y fuerte viento. Pero faltaba un
elemento, las bestias que iniciaran el fuego, estratégicamente en variados
puntos de las regiones, desde Maule hasta Los Lagos. No es fácil mantener la
cuenta de hectáreas consumidas por el fuego, que ya superaron las 400 mil y
existen 2 millones comprometidas; 321 incendios, cerca de 1.500 mil viviendas
destruidas y 24 fallecidos; desconocemos la cantidad de animales igualmente
afectados; y los daños ocasionados al hábitat que demandarán decenios para su
recuperación; etc., etc.
Pero el “supremo
gobierno” y los “señores políticos” -salvo excepciones- como solía decir a
quien hoy echamos de menos, no parecen comprender que estos incendios al igual
que la quema simultánea de estaciones
del metro y el estallido delincuencial, forma parte de una estrategia hábilmente
elaborada, financiada, organizada y apoyada logísticamente, percepción que desgraciadamente
ha sido extrapolada a gran parte de nuestra población que aún no ha sufrido sus
efectos. Como acertadamente ha señalado la sagaz pluma de Cristian Labbé, ya no
pueden existir dudas de que se trata de un ataque terrorista que busca la destrucción
del aparato productivo, en esta ocasión la silvoagricultura que es el sector no
cobre más importante del país, fragmentar nuestro territorio dejándolo al
margen del Estado de Derecho, como Temucuicui; sin perjuicio que mañana puede
ser el minero o la industria salmonera.
Toribio se pregunta con
inocencia ¿Cómo tanta suerte ha tenido la zona antes indicada que no ha sido
afectada por el mega incendio? Basta mirar el mapa de la región Araucanía
afectada y comprobar dicha hipótesis. Los chilenos tenemos muy mala memoria. El
terrorista Llaitul, hoy sometido a proceso, amenazó con incendiar la Araucanía hace
unos meses; y por otra parte, a ningún parlamentario le ha merecido atención el
llamado hecho por la senadora Campillay ya investida de su cargo a quemarlo
todo.
Toribio sin ser
alarmista ni mucho menos pretender dramatizar el clima de absoluta inseguridad
que reina en la nación, estima que la única forma de terminar radicalmente con
este flagelo es mediante la declaración del Estado de Excepción de Sitio, tal
como lo expresan las citadas normas, sin intermediarios, delegados
presidenciales ni gobernadores, haciendo uso de todos los medios de que se disponen,
independiente de las reacciones de 00.II y otros por los daños colaterales que
se experimentarán. Caso contrario, se seguirá el camino por ejemplo de Colombia
que llevan más de 70 años combatiendo a la guerrilla irregular. Desgraciadamente,
con el prurito de buscar el ideal democrático, bajo el gobierno de la concertación
se eliminó la facultad que tenía el Consejo de Seguridad Nacional de auto
convocarse por acuerdo de dos comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, evitando la autoridad del presidente de la república, a quien podían acusarlo de abandono de deberes al Congreso o al Tribunal Constitucional, garantizando así
a las FF.AA. a través de sus mandos recomendar o proponer al presidente de la
república la toma de decisiones claves para mantener la seguridad de la nación,
lo que fuere modificado en la Constitución de 2005, dejando la facultad de convocarlo
solo en el mandatario, medio que bajo los gobiernos marxistas de Bachelet ni en
el actual lo hayan citado.
De
manera, aunque suene repetido y majadero, como afirmó el académico e
intelectual Rojas Vade, a comer caca pero
seremos todos iguales.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
Si estimas de interés ruego
difundir.
Mi querido Toribio, el problema es que la caca no alcanzará para todos. Nuestro país se encamina aceleradamente a una autodestrucción y realmente no puedo imaginar que pasará durante los 3 años de (des) gobierno que le quedan a Boric y su pandilla de ineptos. Cada día nos sorprenden con más desatinos que demuestran su grado de incompetencia. Que el Señor se apiade de Chile .!
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