Más páginas que una biblia
Pero, no precisamente un ideal de acuerdo que busque mejorar
las pensiones en Chile. Toribio, como ciudadano de a pie, está escéptico. Sin
embargo, espeta que ojalá se cumplan las predicciones de la ministra Jara y del
ministro de Hacienda en los plazos y montos que ellos aseguran, a seis meses de
publicada la ley; considerando el tiempo que demandará la elaboración de su reglamento
-dado su volumen- y la correspondiente toma de razón de la C.G.R. Las sucesivas
modificaciones a las AFP impulsadas en democracia -a decir de los entendidos- no
obstante, provenir de acuerdos, no han respondido a las expectativas económicas
y sociales -tal como ha pasado con las ISAPRES- y al parecer esta iniciativa tampoco.
Hay que celebrar sí, la paciencia y persistencia de la izquierda dura para
incrementar en forma embozada la participación del Estado en desmedro de la
privada; obviamente, contando con la absurda colaboración de la pseuda derecha.
Escudados en el argumento falso de solidaridad se han dado el lujo de encarecer
el costo a los empleadores –ya que no todos estarán en condiciones de absorber el
mayor importe como lo aseguran- con los efectos anunciados por esta pluma con
anterioridad. A mayor abundancia, confirma la obstinación del PC y del FA, el anuncio de futuras modificaciones a las AFP -pues buscan eliminarlas- y
en marzo del 2026 presentarán un proyecto de ley para establecer una AFP
estatal, que sin duda se sumará a los deficientes resultados de las empresas
estatales.
Creo que en Chile todos deseamos un mejoramiento a las
pensiones, es de sentido común, pero de igual modo debe hacerse con
responsabilidad Fiscal, lo que este gobierno ha descuidado en forma brutal vaciando
las arcas fiscales -que nos deja en la puerta de la bancarrota- para hacer
frente a las crisis social y económica de la que ha sido partícipe; producto de fraudes de
Convenios y Fundaciones truchas; programas sociales mal evaluados y fracasados;
aumento descarado de empleos públicos; millonarias indemnizaciones por la
falsedad de juicios a ex uniformados; y un largo etc., que nos costará varios
decenios volver a situarnos a la cabeza de nuestro barrio. Para remate, la
ministra Jara, muy suelta de cuerpo ha anunciado que en el aumento de la PGU
priorizará a las personas de 82 años, comenzando con los afectados por los
DDHH, léase falsos exonerados, que según su máximo dirigente superan los 100 mil, a lo que contribuyeron numerosos
parlamentarios otorgando ilegítimos certificados.
Pese a los sucesivos desastres naturales como sismos e
incendios, entre otros, que nos han afectado en los últimos decenios, jamás
había sido necesario restringir los presupuestos esenciales y fundamentales que
son para la nación, como los que contribuyen a la Defensa Nacional y a la
Seguridad Pública, pero que el ideologismo de este gobierno ha descuidado en
forma gravísima, a pesar de la mayor crisis de seguridad que ha sufrido y sufre
nuestro país en toda su historia, desprolijidades incalificables que se
atribuyen a un “rebote”
Bajo el eufemismo de solidaridad, se “obliga” a todos los
cotizantes a prestar a un fondo administrado por el Estado (FAPP) el 1,5% -provenientes
de los impuestos que pagaremos los empleadores- hasta el año 2045, disminuyendo
en 0,15 puntos por año a partir de esa fecha; préstamo que contaría con
garantía fiscal y “política.” Lo que no da ninguna certeza, tal como el actual
gobierno ha violado la constitución al negar a las FF.AA. los fondos asignados
para mantener sus capacidades estratégicas.
170 páginas conforman este proyecto, y 600 las observaciones de los abogados de las Comisiones de Hacienda y de Trabajo;
súmese a lo anterior las indicaciones que ha hecho el Consejo
Fiscal Autónomo, que especialistas “consideran
preocupantes por estar construida sobre bases inestables.” Pero los
chilenos no debemos preocuparnos, porque los parlamentarios están dotado de I.A.
y como pilotos de Fórmula 1 en tan breve plazo serán capaces de estudiar y
aprobar el mencionado proyecto en la forma que favorezca mejor a todos los
chilenos y sin afectar la responsabilidad fiscal. En todo caso, Toribio lamenta
que no podrá hacer una evaluación posterior, le llama la atención sí, que no se
haya analizado la necesidad de aumentar el aporte personal de cada empleado,
recordando que bajo el fracasado Sistema de Reparto era un 20%: como tampoco,
las expectativas de vida de los chilenos que es de 81 años -siendo mayor la de
las mujeres- ocupando el 37° lugar entre 194 países (2022), y que en 1960 era de 57
años- y en consecuencia no se haya previsto aumentar los años de jubilación. La
tendencia actual es que los jóvenes se casan con “rodaje”, no tan jóvenes y
muchos no desean tener hijos, de tal manera que no existirán suficientes
generaciones de reemplazo y las futuras tendrían que hacerse cargo de los
viejos.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
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