No
había pasado un minuto desde que uno de mis fieles seguidores me preguntaba por
WhatsApp que pasaba, por qué no estaba escribiendo y le respondí porque nada
nuevo ha pasado bajo el sol, la anarquía sigue su curso en vista de la incapacidad
del gobierno para establecer el Estado de Derecho y seguirá exactamente igual, aun
cuando cambie en forma permanente a los Coordinadores de Seguridad, recurso inventado
por Piñera para salvaguardar su responsabilidad, por cuanto los Jefes de Fuerzas
de acuerdo a la ley dependen directamente del Presidente de la República en quienes
puede delegar parte o todas sus atribuciones. Con mayor razón ahora con el actual
Coordinador General de Seguridad que fue uno de los autores de las Reglas de
Uso de la Fuerza que mantiene a Carabineros y a las FFAA con las manos atadas y
víctimas de las atropellos a su autoridad y de ataques que han costado hasta la
vida de los servidores públicos; los medios de prensa, en particular la TV
continua siendo caja de resonancia para el vandalismo y fomentan el desapego a
la autoridad por sus continuas ataques y descalificaciones hacia las Fuerzas de
Orden y Seguridad ante el mínimo error, demostrando el decaimiento general de
la ética e independencia periodística salvo contadas excepciones.
Sin
embargo, dos noticias en el día de hoy obligaron apartarme de mis memorias y
destacar dos hechos indignantes. El primero de ellos explotados y magnificados
con la presencia de un abogado en MEGA, al comentar un hecho de carácter “policial”
llevado a cabo por miembros del Ejército en el control del toque de queda y de
las medidas sanitarias, al sorprender a un individuo sin mascarilla y circulando
en bicicleta en sentido contrario al tránsito y que habría tratado de eludir el
control. Como no había audio se desconoce el diálogo entre fiscalizadores y el
infractor, solo destacaron con bombo y platillos que uno de los militares le dio
una chuleta al infractor. Le habría faltado el respeto al infractor, pero ningún
comentario a los causantes de que esté medio Chile en cuarentena por reiterada irresponsabilidad de los infractores que
abusan de los sumarios sanitarios en
manos de los servicios de salud, imposibles de atender en forma oportuna por la
enorme carga a que han estado sometidos por más de un año y gracias a su abnegada
y sacrificada labor nos hemos beneficiado todos los chilenos.
El
segundo hecho ocurrió en Los Ángeles y ha sido difundido por las cadenas sociales
y en esta ocasión debidamente tratado por la TV, por lo menos en los que me informé.
Ante la denuncia hecha por la celebración de un culto en una casa particular, concurrió
personal sanitario acompañado de una patrulla militar. Se trataba de la celebración
de un culto en la casa de un pastor evangélico con asistencia de cerca de 30
personas y en horas de toque queda, que el pastor justificó señalando que eran residentes,
comprobándose la falsedad al salir las personas y algunas huyeron en sus
automóviles. Pero lo más grave es que el mencionado individuo fingió ser
atropellado por el vehículo militar ingresando por la parte posterior y bajo el
vehículo, en una demostración actoral digna de los mayores elogios, acompañado
al parecer por otro fiel, que trataba de detener el vehículo o hacer bajar al
conductor. Posteriormente, se ve al mismo pastor atacando al militar y en otra
escena cuando un militar trata de detener a un vehículo que huía entre tres
personas lo atacaron, lo botaron, golpearon y patearon en el suelo y le quitaron
el celular que luego devolvieron. Un espectáculo
humillante que debe hacer reaccionar a las autoridades militares que, aunque
sea en control de toque de queda deben ir armados. ¿Qué hubiere pasado si el ataque
sufrido por la patrulla fuese con armas cortantes o de fuego? Las fuerzas
armadas no pueden enviar a sus hombres a la calle sin las armas de que han sido
dotados, basta de complacencia. Lo mínimo que se requiere es que sus mandos
les den las herramientas para protegerse y espero que este enojoso incidente sea tomado
en cuenta por los mandos respectivos.
Esta falta de respeto ha pasado a ser desgraciadamente, reacción natural de jóvenes contra adultos; de clientes contra el personal de supermercados o viceversa, en restaurantes y en diferentes actividades laborales; contra el personal de carabineros, militares, seguridad municipal y personal sanitario que atiende abnegadamente en hospitales y consultorios. Y la raíz de ello, independiente del drama sanitario que vivimos ha sido por una parte, la autoridad que no ha reaccionado debidamente, limitando el actuar de los encargados de velar por el orden y la seguridad; y por otra, por una justicia extremadamente garantista que hace actuar a los delincuentes con total impunidad, avalados por un Ministerio Público en manos de un Fiscal Nacional formado ideológicamente en la subversión y por políticos que solo piensan en los votos que puedan recoger producto de su anomia, para continuar mamando del Estado- todos los chilenos- jugosas dietas y beneficios.
Como
va a existir respeto cuando el presidente del Colegio Médico Izkia Siches se refirió en forma
pública con términos ofensivos hacia las autoridades tratándolas de infelices y
mofándose de ellos, tal como lo hizo hace un tiempo en un Twitter contra
Carabineros de Chile, tratándolos de pacos. Como va a existir respeto si el
diputado Gabriel Boric y precandidato a la presidencia de la república evade los
torniquetes del Metro. Y estos tipos eran los que iban a cambiar el modo de hacer
política.
Fernando
Hormazábal Díaz
General de
Brigada (R)
Si consideras de interés te fuego
difundir
Esa Odiosa engendro de maldad de la Iskia, debiera ir a parir en paz Paq la guagua No le salga tan Fea ni con la misma cara d mala d su madre
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