Definitivamente no somos el oasis del innombrable
Toribio se pregunta por qué razón este
chilenismo ─hachi o achi─ no ha sido incorporado
por la RAE, al igual “que al tiro” que es como la identidad nacional. Significa
“ojo, cuidado”, que a menudo era la señal de advertencia cuando algunos patudos
estaban copiando en una prueba y venía el profe; o bien fumando fondeado en las
letrinas y venía el brigadier sapo, lo que asegura Toribio que jamás lo hizo.
Pero lamentablemente, esta advertencia ha llegado tarde y ha sido superada por
los incontables actos corruptos que sacuden a nuestro querido Chile y esta
minúscula bola de nieve, que hacía que el individuo de marras que dirigía la
nación le hacía
presumir que nuestra nación era un oasis pletórico de virtudes, casi como un
edén, Y al igual que Bachelet, pretende hoy día dar lecciones de moral en medio
de las crisis que nos asola.
Los
chilenos tenemos muy mala memoria, pero recuerden estimados y pacientes
parroquianos que durante el periodo de Bachelet II dos miembros de Revolución
Democrática (RD) ─Crispi y Muñoz─ asesoraron al ministro que decía que había que bajar de los patines a
los alumnos para mejorar la educación; y otro miembro fundador de esa colectividad,
Mariano Rosenzvaig, dejó un “hoyito”
─evento─ de casi $7 mil millones como
director Educación de la Municipalidad de Providencia durante la gestión de
Josefa Errázuriz en la Corporación de
Desarrollo Social y ha sido querellado por malversación de caudales públicos.
Inmorales,
bastardos dirían otros. No hay límites para la desvergüenza y procacidad para convertir
en humo los caudales públicos. Un enjambre de fundaciones –mejor dicho
fundiciones–como acertadamente han sido calificadas se ha apropiado de fondos
destinados especialmente para ir en ayuda de los más necesitados, a los cuales
utilizaron para obtener los votos para alcanzar el poder y del cual hoy hacen
abuso sin Dios ni Ley, demostrando que su pretendida superioridad moral solo
era un recurso para obtener los medios para sus fines ideológicos. “Democracia
Viva” en Antofagasta, “Comprometidos” en Atacama, “Urbanismo Social” en la región del Maule; Corporación
Kimún, Participa y Centro Universitario en la Región de Los Lagos están en la
mira. Creadas con giros absolutamente ajenos a las actividades por las cuales
recibieron cifras multimillonarias del Ministerio de la Vivienda, en tratos
directos y en parcialidades para no vulnerar las disposiciones legales, todas
asociadas al partido RD. En total son 23 fundaciones que reciben fondos del
MINVU y deberán ser auditadas para conocer cuantas más de estas identidades han
lucrado con el dolor ajeno y la precariedad. Las cifras que se han
mencionado hasta la fecha superan ampliamente los miles de millones de pesos.
Pero,
no solo culpemos al actual gobierno. Esta corrupción se ha ido fraguando lenta
pero progresivamente. Recordemos a los exonerados ─durante el Gobierno Militar─ que de acuerdo a un dirigente de
dicha organización existirían 100 mil falsos destituidos. Claro, era como tirar
y abrazarse. De hecho hasta el año 2004 era factible reconocer dicha condición,
lo cual no fue difícil contando con las certificaciones falsas de los
Honorables parlamentarios y que la Contraloría de la República solo revisó a
3.000. Toribio desconoce la cantidad de miles de millones de pesos que le sigue
significando al Estado los cuantiosos beneficios otorgados, tales como: El abono
de tiempo por gracia que se extendió hasta por 54 meses; la pensión no
contributiva otorgada por gracia; el desahucio para los funcionarios de la Administración
Pública Centralizada y Descentralizada,
semifiscales y de administración autónoma; Municipalidades, Universidades del
Estado, Banco Central, empresas privadas con 50% de capital del Estado, hasta
trabajadores de empresas privadas que hayan sido intervenidas por la autoridad. Todas estas entidades durante la UP se llenaron de agitadores políticos. En el MOP
existían 40 mil funcionarios al inicio del Gobierno Militar, que en pocos años
se rebajó a 14 mil y el ministerio funcionaba mucho mejor. Súmese a lo anterior
la Transacción Extrajudicial y el Programa de Reparación y Atención Integral de Salud y Derechos Humanos (PRAIS) que favorece a familiares directos (ascendientes;
pareja, sea cónyuge o convivientes; colaterales; descendientes de detenidos
desaparecidos, ejecutados y exonerados políticos, exiliados, retornados y
relegados.
Pero uno de los negocios más lucrativos ─a juicio del mal pensado de Toribio─ han sido los montos de indemnizaciones de Perjuicios otorgados por sentencias acogidas en causas de derechos humanos, que precisamente no podemos calificar como justas conociendo el ideologismo de los jueces que han intervenido en ellas, que además han hecho uso de montos muy generosos. Entre los años 2002 y el 2021 el Estado ─todos los chilenos con nuestros impuestos─ financiamos cerca de $79 mil millones. No ha sido un mal negocio para los pocos y repetidos abogados patrocinadores de las denuncias y seguramente algo debe haber chorreado a otros estamentos, digo yo....
Toribio afirma que antes de pensar en la “casa
de todos”, hay que partir por las fundaciones, pero no en las “fundiciones”,
sino en los cimientos. Es decir en la base del edificio que soportará todo el
peso de la estructura en las peores condiciones de carga y repartirlas en el
terreno. Y para ello como prioridad se debe modernizar el Estado, eliminando los
despilfarros por la corrupción y los programas pesimamente evaluados; recapacitar por una probidad a todo evento,
100%, no como la sugirió el diputado Crispi. Existe demasiada liviandad y falta
de control en las asignaciones directas a fundaciones sin fines de lucro,
municipalidades, gastos reservados, gastos de representación, sobresueldos,
horas extraordinarias, el secreto bancario, y un largo etc. La Contraloría
General de la Republica tiene que extender su brazo, como la artillería, cubriendo
todo el campo de fuego. Pero sería altamente recomendable estudiar que la
cabeza de dicho ente fuera un organismo colegiado, rotando cada dos años los
Contralores para evitar que una misma persona ejerza el cargo por 8 años y no
se convierta en un dictador dentro de ella.
Fernando
Hormazábal Díaz
General
de Brigada (R)
Brillante como siempre mi General.
ResponderEliminarAtte a US. El chuncho que lo molesta.