¡Falta de Oportunidad, Criterio o Ambas!
Sorprendí a Toribio con un diario en la mano, dando unos pasos por su
escritorio, mascullando algunas palabras no repetibles, detenerse y mirar hacia
el exterior, a la vez que movía la cabeza hacia un lado un par de veces y al mismo tiempo que repetía:
¿lo hago o no lo hago?, como preguntándome al notar mi presencia. ¿De qué se
trata? le inquirí.
─Me imagino que leíste la entrevista al CJE Ricardo Martínez, me
respondió.
─Por eso mi visita, respondí. Quería saber tu opinión. La encontré de
dulce y agraz, agregué.
─Diferimos, definitivamente mucho más de lo último que de lo primero, me
interpeló.
─ ¿Y qué piensas hacer? Insisto.
─No sé, tengo mis aprensiones, porque no me gusta disparar contra las
propias tropas. Además, si bien nunca nos topamos estando ambos en servicio
activo, su padre fue mi primer comandante de compañía y conocí a su madre
cuando él aún no nacía, respondió Toribio.
─Luego, de ex profeso, picándole la guía le menciono: Pero tú estando
activo como general le enviaste una carta a Pinochet.
─Te refieres a mi “general” Pinochet. Pero no fue una carta, sino un oficio
dirigido a él y al segundo de abordo. Jamás se hizo público, ambos documentos
me fueron devueltos y los trituré. Así se entiende la reserva y la lealtad, aun
existiendo diferencias, me contestó.
─Pero bueno, el entrevistado dice que
no les teme a las reacciones que susciten sus opiniones en el mundo de los ex
uniformados, respondo, tratando de llevarlo a lo que pretendo.
─Contrariando mis principios, lo haré porque su carta ha trascendido a
lo largo del país, ampliamente y políticamente interpretada en forma
transversal y me imagino igual en el extranjero.
En primer lugar,
absolutamente inoportuna. No sé si habrá sido su intención para promover la
venta, lavado de imagen o claramente formar parte del extenso programa previsto
por las autoridades del Gobierno, que además hará uso de las organizaciones
sociales y de estudiantes –que sabemos cómo se inician y como terminan– para
los que ellos llaman la celebración de los 50 años. Lo único que hará es fomentar
aún más la división entre los chilenos y un malestar profundo en el seno de las
Fuerzas Armadas, tanto en retiro como en servicio, y a juzgar por ciertos comentarios
que me han llegado también en el ámbito civil. Los aplausos recibido desde la
izquierda ya lo confirman.
Adolece además de
una serie de imprecisiones y distorsiones ─-no quiero decir
falsedades─ al enfatizar que el camino
del Ejército en los últimos años ha tenidos logros pero también hechos
repudiables, citando el asesinato de dos comandantes en jefes y violaciones
sistemáticas a los derechos humanos. Craso error, el intento de secuestro
que terminó con la vida de mi general Schneider ocurrió en 1970 y no tuvo
participación de personal del Ejército. La actuación de la cual había sido
parte el general Viaux, éste se encontraba en retiro y los responsables civiles
pertenecían al Movimiento de Patria y Libertad. a menos que Martínez tenga
información de participación de personal en servicio activo. Por otra parte, durante
el Gobierno Militar las actividades de los organismos de seguridad tanto de la
Dina como de la CNI; al igual de quienes cumplimos funciones de gobierno se
manejaban por vías diferentes, como lo señalaban los decretos de nombramientos.
Eran comisiones extra- institucionales.
Martínez al hacer referencia a violaciones sistemáticas, no ha hecho
otra cosa que repetir la monserga de los comunistas que durante 50 años han
repetido como parte de su campaña de desprestigio, a la cual desgraciadamente
se han sumado otras colectividades políticas. Según la RAE, Sistemáticas significa que sigue o se ajusta
a un sistema, que obedece a un conjunto de reglas o principios sobre una
materia racionalmente enlazados entre sí. Tanto en el Gobierno como en las
FF.AA, no existieron ni reglas ni principios en busca de tal objetivo; y la vulneración de los derechos humanos que
fueron por ambas partes, se dieron dentro del contexto de la lucha que se
llevaba a cabo, lo que no puede catalogarse como sistemática.
Desconozco
las cosas que con anterioridad no se habían hecho con claridad y que él las
hizo durante su mandato, a menos que considere como tales el Informe Final de
marzo de 2022 difundido a horas de dejar su cargo ─como tocar el timbre y salir
arrancando─ el cual no fue objeto de un análisis por parte del Alto Mando,
según el mismo lo declaró en su entrevista y que sin duda formará parte de su
libro. Se ufana de que habría prohibido
terminantemente de que se discutiera política entre los militares. Una cosa
muy distinta es participar en política o hacer y discutir sobre ello en horas
de servicio, pero no puede evitar que se discuta porque los militares no somos
castrados mentales; y es parte de la cultura profesional estar debidamente interiorizado
del acontecer nacional que quiérase o no lleva a dicha discusión.
No
me pronuncio con respecto al apoyo abrumador del Cuerpo de Generales en el primer
Consejo Militar porque carezco de antecedentes, pero es oportuno aludir a lo
que el mismo menciona sobre la jerarquía militar, del mando centralizado con
una obediencia absoluta. Por otra parte, en su extensa entrevista en ningún
caso alude a la grave crisis que se vivía en el país, porque al parecer él no
la sintió en carne propia, tenía 12 años, su padre en aquella fecha era
comandante del Regimiento de Ingenieros N° 7 “Aconcagua,” en Quillota y pudo
haber sufrido en menor grado las miserias que en todo orden vivía la nación. El Ejército no concretó el quiebre democrático, éste ya se había producido por
cuanto no existía el Estado de Derecho, vulnerado reiteradamente por Allende.
Es muy fácil decir ahora que las FF.AA nunca debieron incurrir en un golpe,
pero desconozco qué pensará sobre el destino del país si no lo hubiesen hecho, a
menos que se identifique con el pensamiento de la UP. Me imagino que no desconoce
el pronunciamiento de la Cámara de Diputados, Contraloría, Colegio de Abogados,
del ex presidente Eduardo Frei y de su carta al primer ministro de Italia; el
acta de Rivera, etc. etc. Mencionar que la oposición solo tenía mayoría
absoluta y no los 2/3 es de un infantilismo increíble. La alusión que hace con
respecto al oficial Ramos es valedera y hubo más, pero también otros que se
habían integrado al MIR, confirmando la infiltración que se gestaba no solo en
el Ejército sino también en las otras ramas. Nadie discute los méritos de mi
General Schneider, no existe una sola nube que opaque su gestión como persona y
como militar; y con respecto a mi general Prat hay dos momentos, el militar intachable,
pero en lo político no pudo sustraerse al gobierno de la época.
Como
hay mucho paño que cortar y para no agotar a la audiencia concluyo citando los siguientes
hechos:
1) No refutar al
periodista con respecto a crímenes de lesa humanidad, porque no existe ningún condenado
por ese hecho, lo ha confirmado Gendarmería y además dichos delitos solo rigen
en Chile a partir de junio del 2009. 2) Dejar cierta duda con respecto al fallo
de la Corte Suprema por el caso Frei, donde se pretendió involucrar al Gobierno
Militar. 3) Ninguna palabra ─ya que está en retiro─ con respecto a los tribunales
de justicia que han juzgado a sus camaradas de armas, sujetos a un proceso arbitrario
y jamás algún miembro del Alto Mando los visitó. 3) Atribuir el ascenso del general
Arellano ─a quien Toribio jamás ha defendido ni apoyado, muy por el
contrario─ como si fuera un premio de mi general Pinochet, es una felonía.
Conoce perfectamente el proceso de los ascensos que se siguen en la Institución.
De hecho se le atribuye que su nombramiento como comandante en jefe se debió al
haberse aplicado la Ley Canessa, bajo el gobierno de Michel Bachelet, que
permite una mayor permanencia en la Institución cuando han cumplido el total de
los años de servicio, lo que privó al próximo presidente de haber hecho dicho nombramiento.
"Es un oficial
que tiene mucho conocimiento de la institución. Ha participado en el Estado
Mayor Conjunto y en situaciones de ayuda a la comunidad, en emergencias, en
incendios. Por lo tanto, la Presidenta (Bachelet) ha tomado la decisión de que
sea la persona que dirija los destinos del Ejército." 4) En todo caso, como afirman algunas personas, no
creo que su reacción suene a una vendetta por el llamado a retiro de su padre
en 1973.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
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