La esperanza es lo último ……que se pierde
En efecto, es un
axioma muy antiguo y de permanente frecuencia al cual recurrieron destacados
columnistas en las pasadas fiestas de Navidad, que son de tanta importancia
para las familias cristianas, en especial para los niños, aunque no faltan los
ateos que igual la disfrutan en una clara demostración de su contradicción
vital. Toribio, se marginó de ese fervor esperanzador no por pesimismo, sino
porque era muy difícil empaparse de ese entusiasmo cuando a diario despertamos
y desayunamos con una inagotable cantidad de noticas negativas sin que se logre
ver una luz al final del túnel. Por consiguiente, evade detallar para no
ahondar aún más en el desaliento.
Hace unos días escuché
a una panelista espetar algo así como: “que
la conducta de sacerdotes era la causal del desapego a la iglesia”- lo que
el actual Cardenal se empeña con fuerza en recuperar al rebaño perdido- no
obstante, el descriterio de la ministra Orellana; “que los periodistas vendidos (sic) eran responsables del desprestigio
de esa carrera”; “y que los políticos
eran los causantes del descrédito de la democracia”. Si bien, no se podrá concordar
absolutamente con tales afirmaciones, que en gran medida se identifican con el
mito erróneo de que “los ratones se comen
el queso” al generalizar una conducta, Toribio, observa con pesar como los
señores políticos se han farreado la democracia. En efecto, tanto en la derecha
como en la izquierda se observan patrones que reflejan más que nada los
intereses de caudillos, mantener sus cuotas de poder y en sus desbordados
privilegios, más que en lo que realmente interesa a la gente. Y como los partidos
son seres orgánicos y cumplen ciclos los vitales, nacen, crecen, se desarrollan
y mueren cuando abandonan sus principios, vemos a la DC, al P Radical, el P. de
la G., la UDI, EVOPOLI y varios del socialismo y de la izquierda que están en
camino a la UTI. Pero como sus intereses priman sobre los que la nación
necesita, no atinan a corregir sus yerros.
Veo con mayor
preocupación a la derecha que sería la opción para terminar con el desastre
actual y recuperar los principios que durante décadas posesionaron a Chile a la
cabeza del barrio. Pero "no están ni ahí", como decía el Chino Ríos. Kast, se
perdió en las elecciones pasadas porque sectores de la misma derecha anularon
su voto o votaron en secreto por el papanatas que nos gobierna, porque
históricamente ha sido estúpida, lo viví siendo Subsecretario General de
Gobierno y me costó la pega. En este momento no cuentan las ideas personales de la
candidata Matthei -que, dicho sea de paso, ella misma ha reconocido que son más
de izquierda que de la derecha y sobran los testimonios, como sacar el
monumento del General Mackenna y abandonarlo en un parque, para bautizar y
colocar en su lugar el monumento a Patricio Aylwin, entre otros casos. Tampoco seguir
al pie de la letra el discurso de Kast, con muchos de los cuales Toribio
concuerda; o los de Johannes que pintan muy bien, o los de Carter. Hay que
votar por proyectos comunes, lo que obliga a los diferentes caciques a conversar en
serio y ver que es lo factible de concretar abandonando proyectos personales y
sumando todos los esfuerzos a dicho propósito. Caso contrario nos augura un
futuro mucho más incierto.
Incluso, ante el
supuesto que no existiendo un acuerdo de la derecha y triunfe lo que algunos
señalan como “el mal menor”, eligiendo a la candidata Matthei, Toribio cree que
se repetirá el proceso que se vivió con Piñera II, porque ahora si la izquierda
ultra, el narcotráfico, el crimen organizado que ya suma 10 organizaciones
extranjeras, la delincuencia, la inmigración ilegal, etc., terminarán por
hundir al país que convalece en la actualidad en pésimas condiciones, producto
de este nefasto gobierno y de la farra general que ha agotado todas sus reservas, de lo que no escapa de responsabilidad la derecha.
Y que vendrá después,
no creo que lo alcance a ver, pues se tomará su tiempo. Pero vendrá.
Fernando Hormazábal Díaz
Gracias Toribio por tus inteligentes reflexiones, las que como siempre comparto.
ResponderEliminarComo hombre de derecha me preocupa bastante la actitud de los partidos que nos
deberían representar, pero ya vemos que para ellos es más importante preservar sus pequeñas
cuotas de poder que los intereses del país.