Continuando con el
blog anterior ¿Estará el horno para bollos?
A
los señores políticos, les encanta relacionar el deporte de las masas
-al cual también soy adepto, pero no fanático- haciendo uso de ese eufemismo
para vincularlo con hechos o sucesos contingentes, independiente de que sean
vitales o no para la nación; al cual recurriré una vez más para ver si logro
traspasar sus velos del entendimiento, esperanzado de que este blog llegue a
sus manos.
Los
amantes de este deporte y que tienen el valor de ir a los estadios, a riesgo de
perder su vida por las barras bravas cada vez más incontrolables, donde la
droga es el pan de cada día, gustan, los más fanáticos de ocupar las
aposentadurías al borde de la cancha o en la Tribuna de la Marquesina, sitio
preferencial y más caro, obviamente; si bien, su campo de visión es más
cercano, pierde en amplitud. La mejor ubicación es sin duda alguna la caseta
donde se ubican los locutores del futbol, que tienen una visión panorámica en
todo el estadio.
Aquí
me he ubicado para hacer una breve reflexión sobre las Fuerzas de Orden y
Seguridad Pública y las Fuerzas Armadas. Comenzaré por las primeras, que son
las que han tenido que afrontar con mayor riesgo el control del orden público, la
delincuencia demencial urbana, el narcotráfico y el terrorismo de la macrozona
del sur.
1)
Carabineros de Chile.
Los
que hemos tenido la oportunidad de salir de nuestras fronteras y visitar otros
países, hemos podido comprobar el prestigio y la excelencia de sus servidores
en relación con otras policías del mundo.
Policías latinoamericanos que han sido educados y formados en
Carabineros de Chile lo dicen orgullo y expresan gratitud por haber tenido la
oportunidad de recibir esa formación. Pero en casa del herrero cuchillo de palo,
como dice el refrán criollo. Y en los últimos años ha existido una fuerte
campaña tratando de desprestigiar a nuestros carabineros, incluso medios de
comunicación sirven de retransmisores de los velados e injustos ataques, que
incluso le formulan parlamentarios y personajes del jet político que colman los
matinales en un afán propagandístico junto a noteros de poca monta y rostros de
TV, que solo les interesa mantenerse vigentes.
Hasta
el diario El Mercurio hizo mofa de esta noble institución. Hace unas semanas
con la diaria caricatura del dibujante Jimmy Scott, quien, en esta oportunidad
sabiendo de antemano su imprudencia, omitió colocar su firma como siempre lo hace;
lamentablemente el mando institucional no quiso hacer olitas y lo dejó pasar en
una actitud abiertamente incomprensible. Un
ex candidato permanente a las elecciones presidenciales, que ha contado con
financiamiento externo y del cual no se conoce oficio alguno; miembro del Foro
de Sao Paulo e hijo de un subversivo, asaltante de banco, cuasi asesino e
hijastro de un exsenador y exministro, al cual se le vincula con el mayor
atentado ferroviario en Chile, que dejó 58 muertos y más de 500 heridos, ha
afirmado que se debe eliminar a Carabineros de Chile y crear otro cuerpo, no
militarizado, sin jerarquías, con escuela formativa única y con derecho a
sindicalización. Con estos antecedentes que otra cosa se puede esperar.
Esta
irracional idea ha sido compartida por otro excandidato, con un pasado turbio: creador
de una empresa de papel con su cónyuge para eludir impuestos, lo que hizo por
largos años; autor de un montaje para develar la homosexualidad de un juez de
le república, eludió su responsabilidad descargándola en jóvenes periodistas de
su equipo.
Los
hechos anteriores han dado pábulo para cualquier patán los insulte y agreda en
las calles, cuando cumplen sus jornadas largas y agotadoras en cumplimiento de
sus labores para mantener el orden público. Más de 5.000 heridos han dejado los
ataques descontrolados de vándalos y drogadictos, impulsados, organizados y financiados
por la izquierda. Sin embargo, para ellos no habrá reparación como la que el
gobierno pretende dar a presuntas víctimas de la violencia policial, que financiaremos
todos los chilenos y que se prestará para el mismo engaño de los falsos
exonerados y falsos torturados. ¿A esta altura del partido, me pregunto
quedarán personas cuerdas aún en el Gobierno?
A
este carro se acaba de subir el Contralor General de la República, como primo
ballerino de un ballet descarriado donde se salta la Constitución y las
leyes; y los poderes del Estado se arrogan atribuciones pasando por sobre las
de otro. Un Estado fallido, donde no existe un chapulín colorado que pueda
venir a salvarnos, excepto nosotros mismos. La supuesta facultad que se
auto confiere el Contralor General es parte de su enfermizo delirio de centro
de mesa, que lo ha acompañado durante toda su gestión, con un historial
amojonado por una serie de problemas al interior de su organización e incluso
con otros poderes del Estado. Sin embargo, su aparente dedicación ha carecido
de la voluntad para hurgar entre los más de 100.000 exonerados falsos y de los
parlamentarios que acreditaron la pérdida de sus empleos que le han significado
al Estado, a nosotros los chilenos, miles de miles de millones de pesos en
compensaciones económicas de por vida.
Creo
que parte de esta cultura anti Carabineros, de la que ha sido parte la
izquierda ultra y el desprecio de la autoridad de gobierno, ha sido producto de
la debilidad de sus mandos por no enfrentar con firmeza los permanentes
ataques, doblegados por la culpabilidad de quienes faltaron a la honestidad y
que están siendo procesados, permitiendo así, que se les ofendan y envíen a
cumplir sus duras tareas con las manos atadas, ante la más irracional y
estúpida Regla de Uso de la Fuerza, de la que se gozan los delincuentes,
vándalos, narco traficantes, terroristas
y el Instituto de Derechos
Humanos como perros de presa tras ellos. Un juez de la república ha considerado
insólita la reacción de la autoridad de Carabineros, ante el descriterio del
Contralor General, debiendo presentar un recurso de inaplicabilidad por la
inconstitucionalidad de la acción o presentar un recurso de amparo.
Pese
a toda esta enorme carga de prejuicios en su contra, ha cumplido una labor
encomiable, especialmente en la desarticulación de cientos de bandas de
criminales que asolan nuestras ciudades, lo que demuestra la fortaleza
espiritual de estos abnegados servidores.
2) Policía
de Investigaciones.
Quedaron
atrás los confusos años al mando de un Director General que sobrevivió durante
varios periodos presidenciales, no ajeno al manejo turbio desde la llamada “Oficina”,
con el empleo de ex miembros del FPMR como informantes -los cuales
posteriormente se tomaron su venganza- dirigida por un ex GAP del presidente
Allende y actual diputado de la república. Finalmente se vio obligado a
presentar su renuncia por estar vinculado en un caso de DDHH sucedido en
Linares. Parece que dos de sus nombres: Judas y Lenin lo persiguieron.
Hoy día la Policía de Investigaciones es una
de las instituciones mejor evaluadas, con un jefe que ha demostrado gran
personalidad y carácter al enfrentar al Director de Instituto de Derechos
Humanos, por acusaciones falsas que se le atribuían a dicho cuerpo policial.
Los éxitos logrados en las investigaciones han permitido desbaratar varias
bandas de narcotraficantes y dedicadas al ingreso clandestino de armas de alto
poder de fuego. Su personal cuando ha
tenido que enfrentar a turbas y delincuentes, ha actuado con decisión y coraje
sabiendo que cuenta con el apoyo irrestricto de su Director General.
Me asalta sí, una duda, si la Brigada de Derechos Humanos es
autónoma o en ciertos casos actúa con instrucciones externas para proceder de
una determinada forma. Una de ellas fue cuando irrumpieron en el hogar del
general (R) Héctor Orozco Sepúlveda (QEPD), a tempranas horas de la mañana, encontrándose
sin familiares, anciano bordeando los 90 años, sacado en pijama y pantuflas, víctima
de un severo Alzheimer y demencia senil que cuando llegó a Colina 1, nunca supo
dónde estaba ni por qué razones. Murió esperando un indulto que nunca llegó.
Por otra parte, ha llamado la atención las investigaciones y conclusiones
a que llegaron para determinar en forma tan meridianamente clara la
responsabilidad de dos oficiales de carabineros, por supuesta intencionalidad
en los daños oculares provocados a dos personas que participaban en protestas,
mediante el uso de una escopeta antidisturbios y una lanza granadas de
lacrimógenas, lo que ha sido desvirtuado a juicio de varios expertos e
ingenieros en armamento.
3) Ejército,
Armada y Fuerza Aérea de Chile.
Las abordaré en conjunto, por cuanto su
accionar ha estado supeditado durante el último año a colaborar en el control del
cumplimiento del toque de queda, en los controles sanitarios y a
reforzar la acción de carabineros en la macrozona del sur; es decir en tareas
que no son propias del papel de las Fuerzas Armadas. En más de una oportunidad
se han recibido reclamos de los pobladores ante ataques de que están siendo
víctimas por parte de encapuchados, fuertemente armados, que obedecen la orden
de un jefe, y estando presente vehículos militares claramente especificados, se
han visto privados de su protección.
a)Reglas de Uso de la Fuerza
Desgraciadamente, tengo que
insistir en este instrumento carente de toda lógica y racionalidad, redactada
para salvaguardar la responsabilidad política del Presidente de la República y que
limitan el empleo de los medios militares, a riesgo de ser sometidos a proceso
y terminar recluido en una cárcel militar, como los que languidecen y fallecen
en Punta Peuco, Colina 1 y otros penales a lo largo del país. Realmente dichas
normas son de una ingenuidad y torpeza incomprensible, que ponen en duda la
inteligencia de quienes las redactaron.
El
empleo disuasivo de vehículos militares, hace suponer un paseo en zonas
susceptibles de emboscadas y ataques arteros, porque los terroristas no dan la
cara; efectuar negociación y advertencias verbales -como Uds. lo leen- en qué
mundo viven. Si les causa risa, luego viene el empleo disuasivo de fumígenos,
en su amplia variedad; luego el disuasivo de armas no letales: bastones,
dispositivos eléctricos, proyectiles de pintura, si de pintura, gases y otros
análogos. El funcionario debe andar cargado como equeco para satisfacer las
diferencias exigencias. Pero eso
no es todo, a continuación, viene el empleo de armamento antidisturbios, pero sin
disparar a quemarropa ni al rostro. Quiere seguir mofándose, por fin sigue el
empleo de armas letales, pero cuidado bajo el siguiente escalonamiento: preparar
el arma con la clara intención de utilizarla y efectuar disparos de advertencia.
Me hace recordar a un cómico uruguayo: Aló,
con el enemigo, oye, cuidado que te voy atacar, para que busques un lugar donde
ocultarte, pero después tú haces lo mismo conmigo, eh, ok, bueno ahí vamos. Posteriormente
el empleo de las armas de fuego con una serie de condiciones previas, que me
inhiben continuar, porque no tengo sangre de horchata para soportar
tanta estupidez.
Se
nota que quienes las redactaron lo hicieron desde un cómodo sillón y tomándose un
café. Antes de la tercera regla los funcionarios estarán muertos. Si no
las observan, caerán sobre ellos la jauría del Instituto de Derechos Humanos,
el Fiscal Nacional y sus esbirros que ahora sí podrán investigar, porque ya no
corren peligros; e incluyendo en el tribunal de la nueva inquisición estará
obviamente, el Primo Vedette, el Contralor General de la República, azuzando la
hoguera en preparación.
b)
Los jefes de la Defensa Nacional
Declarado
el estado de catástrofe, las facultades conferidas al Presidente de la
República podrán ser delegadas, total o parcialmente, en los jefes de la
Defensa Nacional que él designe. Así reza la norma legal. De manera que estas
autoridades -se subentiende- dependen directamente del mandatario, ya que no
existe ninguna disposición en contrario. Pero el presidente Piñera discurrió
una forma de eludir una vez más sus responsabilidades directas, al crear una
instancia de coordinación no prevista en la ley, de dichos jefes con las autoridades
regionales y comunales a través del Comité de Emergencia Regional. Y estimando
que ello era insuficiente, agregó un coordinador de Seguridad, cuyas tareas y
el papel jugado hasta el momento se desconocen.
Como se dice en el vulgo, a los jefes de la
Defensa Nacional les ha tocado bailar con la fea. Sin las atribuciones
adecuadas para poder cumplir con sus múltiples obligaciones, en especial, velar
por el orden público y de reparar o precaver el daño o peligro para la
seguridad nacional que haya dado origen a dicho estado, debiendo observar las
facultades administrativas de las autoridades institucionales colocadas bajo
su jurisdicción. Destaco lo anterior, porque el señor Contralor General
de la República, en el trámite de toma de razón del respectivo decreto dejó su
huella: no pueden, en ningún caso, alterar las funciones y atribuciones que
el legislador ha radicado en los órganos de la Administración del Estado, dado
que lo contrario implicaría invadir la reserva legal; y la guinda de la
torta: es sin perjuicio del control de las autoridades civiles sobre las
Fuerzas Armadas y de la responsabilidad derivada de dicho deber de control.
Dura tarea para los mandos destacados en las
diversas zonas, pero no pueden seguir arriesgando a sus hombres sin los medios
y los resguardos correspondientes, premunidos además de las facultades para
emplearlos de acuerdo a lo que dice la ley, y no un simple decreto elaborado
por inexpertos con el solo propósito de amparar al mandatario ante eventuales
denuncias de atropellos a los derechos humanos. Yo los entiendo y los
comprendo, pero así son las responsabilidades del mando, aunque tengamos que
pagar caro, y lo digo con propiedad. Ténganlo por seguro que los subalternos lo
valorarán tremendamente, y una vez que pasen a integrar nuestras legiones, que
mantienen incólume el amor a nuestra patria y a las instituciones que nos han
cobijado por largos años, podrán apreciar cuán importante es.
Si para los Jefes de Zonas es duro, para los
comandantes en jefe es mucho más. Y no estoy hablando de una solución como la
del 73. Por algo llegaron a ocupar esas altas funciones, de manera que no soy
nadie para dar consejos. Pero creo tener la certeza, pienso, creo y espero que
sabrán adoptar la mejor resolución para preservar el orden, la seguridad que
nuestra patria necesita.
Estimo oportuno en consecuencia traer a colación lo
que señalaron en el pasado personajes importantes de nuestro devenir
republicano y democrático:
En cuanto al ejercicio de la fuerza,
la institucionalidad democrática sólo lo concibe como subordinada a los poderes
constitucionales y dentro del marco de la ley (…) De ahí que las Fuerzas
Armadas permanezcan ajenas a la contienda política y, en nuestra tradición
republicana, hayan adquirido el papel de ser garantes de nuestra
convivencia democrática, asegurando él respeto a la Constitución y las leyes.
(…), si realmente quiere salvar la institucionalidad. Cumpla prestamente
esa tarea por su parte, para lo cual estoy cierto de que contará con la leal y
patriótica colaboración de las Fuerzas Armadas, del Cuerpo de Carabineros y de
la inmensa mayoría de los chilenos; impóngase sobre los que, venidos del
extranjero o con sus cabezas recalentadas por un ideologismo violentista
quieren imponer la fuerza sobre la razón y están rompiendo la institucionalidad
democrática que tanto prestigio ha dado a Chile; termine de una vez por todas
con la amenaza armada y la violencia.
Patricio Aylwin
Azocar. 11 de julio de 1973
“Los
militares han salvado a Chile… cuando uno tiene cáncer, no tiene ganas de
operarse, pero debe hacerlo”.
Eduardo
Frei Montalva. Octubre de 1973 (revista ABC)
Debo
agradecer a los parlamentarios Guido Girardi, el padrino del edificio de Avda.
Pedro Montt, Valparaíso; al soldado madurista, Alejandro Navarro, en
comisión de servicio en nuestro Congreso; al operador de la retroexcavadora
Jaime Quintana, que atropelló a un carabinero, dio muerte y huyó del lugar de
los hechos; a J.P. Letelier que lleva 26 años ocupando un asiento en el Olimpo
criollo y se ha negado a desprenderse de la teta, amigote de jueces y ministros; al ex candidato
presidencial Alejandro Guillier y ex lector de noticias que hacía propaganda a una AFP que lo alimentó
por muchos años y después criticó abiertamente; a Fernando Atria y a otras
descollantes figuras de nuestra política, por la franqueza con que nos han
hablado, para decirnos claramente que se nos avecina con una futura
constitución, siguiendo las directrices del Foro de Sao Paulo y hermanarnos con
Venezuela, derribando nuestras raíces, cultura y valores que han hecho grande a
Chile en el concierto de las naciones.
Por ello, la única opción
democrática para evitar el caos y arrojarnos a un precipicio del que nunca
saldremos, es votar RECHAZO. La nación no es un banco de prueba ni un laboratorio
en busca de una utopía que solo ha traído hambre, pobreza y carencia de libertades
donde ha sido impuesta. Caso contrario habría que prender el horno, pues los
bollos estarían listos.
Fernando
Hormazábal Diaz
General
de Brigada (R)
Se estima
pertinente, ruego difundir este blog.
Muy buen analisis y qusiera pensar que la solución es votar Rechazo, pero el problema es mucho mas profundo y dudo que pueda tener una salida democratica, especialmente con la calidad de nuestros políticos
ResponderEliminar