martes, 15 de septiembre de 2020

16. Las FF.AA. y las Fuerzas de Orden y Seguridad pública

      

      Continuando con el blog anterior ¿Estará el horno para bollos?

      A los señores políticos, les encanta relacionar el deporte de las masas -al cual también soy adepto, pero no fanático- haciendo uso de ese eufemismo para vincularlo con hechos o sucesos contingentes, independiente de que sean vitales o no para la nación; al cual recurriré una vez más para ver si logro traspasar sus velos del entendimiento, esperanzado de que este blog llegue a sus manos.

      Los amantes de este deporte y que tienen el valor de ir a los estadios, a riesgo de perder su vida por las barras bravas cada vez más incontrolables, donde la droga es el pan de cada día, gustan, los más fanáticos de ocupar las aposentadurías al borde de la cancha o en la Tribuna de la Marquesina, sitio preferencial y más caro, obviamente; si bien, su campo de visión es más cercano, pierde en amplitud. La mejor ubicación es sin duda alguna la caseta donde se ubican los locutores del futbol, que tienen una visión panorámica en todo el estadio.

    Aquí me he ubicado para hacer una breve reflexión sobre las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública y las Fuerzas Armadas. Comenzaré por las primeras, que son las que han tenido que afrontar con mayor riesgo el control del orden público, la delincuencia demencial urbana, el narcotráfico y el terrorismo de la macrozona del sur.

1)  Carabineros de Chile.

Los que hemos tenido la oportunidad de salir de nuestras fronteras y visitar otros países, hemos podido comprobar el prestigio y la excelencia de sus servidores en relación con otras policías del mundo.  Policías latinoamericanos que han sido educados y formados en Carabineros de Chile lo dicen orgullo y expresan gratitud por haber tenido la oportunidad de recibir esa formación. Pero en casa del herrero cuchillo de palo, como dice el refrán criollo. Y en los últimos años ha existido una fuerte campaña tratando de desprestigiar a nuestros carabineros, incluso medios de comunicación sirven de retransmisores de los velados e injustos ataques, que incluso le formulan parlamentarios y personajes del jet político que colman los matinales en un afán propagandístico junto a noteros de poca monta y rostros de TV, que solo les interesa mantenerse vigentes.

Hasta el diario El Mercurio hizo mofa de esta noble institución. Hace unas semanas con la diaria caricatura del dibujante Jimmy Scott, quien, en esta oportunidad sabiendo de antemano su imprudencia, omitió colocar su firma como siempre lo hace; lamentablemente el mando institucional no quiso hacer olitas y lo dejó pasar en una actitud abiertamente incomprensible.   Un ex candidato permanente a las elecciones presidenciales, que ha contado con financiamiento externo y del cual no se conoce oficio alguno; miembro del Foro de Sao Paulo e hijo de un subversivo, asaltante de banco, cuasi asesino e hijastro de un exsenador y exministro, al cual se le vincula con el mayor atentado ferroviario en Chile, que dejó 58 muertos y más de 500 heridos, ha afirmado que se debe eliminar a Carabineros de Chile y crear otro cuerpo, no militarizado, sin jerarquías, con escuela formativa única y con derecho a sindicalización. Con estos antecedentes que otra cosa se puede esperar.

Esta irracional idea ha sido compartida por otro excandidato, con un pasado turbio: creador de una empresa de papel con su cónyuge para eludir impuestos, lo que hizo por largos años; autor de un montaje para develar la homosexualidad de un juez de le república, eludió su responsabilidad descargándola en jóvenes periodistas de su equipo.

Los hechos anteriores han dado pábulo para cualquier patán los insulte y agreda en las calles, cuando cumplen sus jornadas largas y agotadoras en cumplimiento de sus labores para mantener el orden público. Más de 5.000 heridos han dejado los ataques descontrolados de vándalos y drogadictos, impulsados, organizados y financiados por la izquierda. Sin embargo, para ellos no habrá reparación como la que el gobierno pretende dar a presuntas víctimas de la violencia policial, que financiaremos todos los chilenos y que se prestará para el mismo engaño de los falsos exonerados y falsos torturados. ¿A esta altura del partido, me pregunto quedarán personas cuerdas aún en el Gobierno?

      A este carro se acaba de subir el Contralor General de la República, como primo ballerino de un ballet descarriado donde se salta la Constitución y las leyes; y los poderes del Estado se arrogan atribuciones pasando por sobre las de otro. Un Estado fallido, donde no existe un chapulín colorado que pueda venir a salvarnos, excepto nosotros mismos. La supuesta facultad que se auto confiere el Contralor General es parte de su enfermizo delirio de centro de mesa, que lo ha acompañado durante toda su gestión, con un historial amojonado por una serie de problemas al interior de su organización e incluso con otros poderes del Estado. Sin embargo, su aparente dedicación ha carecido de la voluntad para hurgar entre los más de 100.000 exonerados falsos y de los parlamentarios que acreditaron la pérdida de sus empleos que le han significado al Estado, a nosotros los chilenos, miles de miles de millones de pesos en compensaciones económicas de por vida.

      Creo que parte de esta cultura anti Carabineros, de la que ha sido parte la izquierda ultra y el desprecio de la autoridad de gobierno, ha sido producto de la debilidad de sus mandos por no enfrentar con firmeza los permanentes ataques, doblegados por la culpabilidad de quienes faltaron a la honestidad y que están siendo procesados, permitiendo así, que se les ofendan y envíen a cumplir sus duras tareas con las manos atadas, ante la más irracional y estúpida Regla de Uso de la Fuerza, de la que se gozan los delincuentes, vándalos, narco traficantes, terroristas  y  el Instituto de Derechos Humanos como perros de presa tras ellos. Un juez de la república ha considerado insólita la reacción de la autoridad de Carabineros, ante el descriterio del Contralor General, debiendo presentar un recurso de inaplicabilidad por la inconstitucionalidad de la acción o presentar un recurso de amparo.

      Pese a toda esta enorme carga de prejuicios en su contra, ha cumplido una labor encomiable, especialmente en la desarticulación de cientos de bandas de criminales que asolan nuestras ciudades, lo que demuestra la fortaleza espiritual de estos abnegados servidores.

2)  Policía de Investigaciones.

Quedaron atrás los confusos años al mando de un Director General que sobrevivió durante varios periodos presidenciales, no ajeno al manejo turbio desde la llamada “Oficina”, con el empleo de ex miembros del FPMR como informantes -los cuales posteriormente se tomaron su venganza- dirigida por un ex GAP del presidente Allende y actual diputado de la república. Finalmente se vio obligado a presentar su renuncia por estar vinculado en un caso de DDHH sucedido en Linares. Parece que dos de sus nombres: Judas y Lenin lo persiguieron.

Hoy día la Policía de Investigaciones es una de las instituciones mejor evaluadas, con un jefe que ha demostrado gran personalidad y carácter al enfrentar al Director de Instituto de Derechos Humanos, por acusaciones falsas que se le atribuían a dicho cuerpo policial. Los éxitos logrados en las investigaciones han permitido desbaratar varias bandas de narcotraficantes y dedicadas al ingreso clandestino de armas de alto poder de fuego.    Su personal cuando ha tenido que enfrentar a turbas y delincuentes, ha actuado con decisión y coraje sabiendo que cuenta con el apoyo irrestricto de su Director General.

Me asalta sí, una duda, si la Brigada de Derechos Humanos es autónoma o en ciertos casos actúa con instrucciones externas para proceder de una determinada forma. Una de ellas fue cuando irrumpieron en el hogar del general (R) Héctor Orozco Sepúlveda (QEPD), a tempranas horas de la mañana, encontrándose sin familiares, anciano bordeando los 90 años, sacado en pijama y pantuflas, víctima de un severo Alzheimer y demencia senil que cuando llegó a Colina 1, nunca supo dónde estaba ni por qué razones. Murió esperando un indulto que nunca llegó.

Por otra parte, ha llamado la atención las investigaciones y conclusiones a que llegaron para determinar en forma tan meridianamente clara la responsabilidad de dos oficiales de carabineros, por supuesta intencionalidad en los daños oculares provocados a dos personas que participaban en protestas, mediante el uso de una escopeta antidisturbios y una lanza granadas de lacrimógenas, lo que ha sido desvirtuado a juicio de varios expertos e ingenieros en armamento. 

 

3)  Ejército, Armada y Fuerza Aérea de Chile.

     Las abordaré en conjunto, por cuanto su accionar ha estado supeditado durante el último año a colaborar en el control del cumplimiento del toque de queda, en los controles sanitarios y a reforzar la acción de carabineros en la macrozona del sur; es decir en tareas que no son propias del papel de las Fuerzas Armadas. En más de una oportunidad se han recibido reclamos de los pobladores ante ataques de que están siendo víctimas por parte de encapuchados, fuertemente armados, que obedecen la orden de un jefe, y estando presente vehículos militares claramente especificados, se han visto privados de su protección.

a)Reglas de Uso de la Fuerza

Desgraciadamente, tengo que insistir en este instrumento carente de toda lógica y racionalidad, redactada para salvaguardar la responsabilidad política del Presidente de la República y que limitan el empleo de los medios militares, a riesgo de ser sometidos a proceso y terminar recluido en una cárcel militar, como los que languidecen y fallecen en Punta Peuco, Colina 1 y otros penales a lo largo del país. Realmente dichas normas son de una ingenuidad y torpeza incomprensible, que ponen en duda la inteligencia de quienes las redactaron.

El empleo disuasivo de vehículos militares, hace suponer un paseo en zonas susceptibles de emboscadas y ataques arteros, porque los terroristas no dan la cara; efectuar negociación y advertencias verbales -como Uds. lo leen- en qué mundo viven. Si les causa risa, luego viene el empleo disuasivo de fumígenos, en su amplia variedad; luego el disuasivo de armas no letales: bastones, dispositivos eléctricos, proyectiles de pintura, si de pintura, gases y otros análogos. El funcionario debe andar cargado como equeco para satisfacer las diferencias exigencias.          Pero eso no es todo, a continuación, viene el empleo de armamento antidisturbios, pero sin disparar a quemarropa ni al rostro. Quiere seguir mofándose, por fin sigue el empleo de armas letales, pero cuidado bajo el siguiente escalonamiento: preparar el arma con la clara intención de utilizarla y efectuar disparos de advertencia. Me hace recordar a un cómico uruguayo:  Aló, con el enemigo, oye, cuidado que te voy atacar, para que busques un lugar donde ocultarte, pero después tú haces lo mismo conmigo, eh, ok, bueno ahí vamos. Posteriormente el empleo de las armas de fuego con una serie de condiciones previas, que me inhiben continuar, porque no tengo sangre de horchata para soportar tanta estupidez.

Se nota que quienes las redactaron lo hicieron desde un cómodo sillón y tomándose un café. Antes de la tercera regla los funcionarios estarán muertos. Si no las observan, caerán sobre ellos la jauría del Instituto de Derechos Humanos, el Fiscal Nacional y sus esbirros que ahora sí podrán investigar, porque ya no corren peligros; e incluyendo en el tribunal de la nueva inquisición estará obviamente, el Primo Vedette, el Contralor General de la República, azuzando la hoguera en preparación.

b)     Los jefes de la Defensa Nacional

Declarado el estado de catástrofe, las facultades conferidas al Presidente de la República podrán ser delegadas, total o parcialmente, en los jefes de la Defensa Nacional que él designe. Así reza la norma legal. De manera que estas autoridades -se subentiende- dependen directamente del mandatario, ya que no existe ninguna disposición en contrario. Pero el presidente Piñera discurrió una forma de eludir una vez más sus responsabilidades directas, al crear una instancia de coordinación no prevista en la ley, de dichos jefes con las autoridades regionales y comunales a través del Comité de Emergencia Regional. Y estimando que ello era insuficiente, agregó un coordinador de Seguridad, cuyas tareas y el papel jugado hasta el momento se desconocen.

Como se dice en el vulgo, a los jefes de la Defensa Nacional les ha tocado bailar con la fea. Sin las atribuciones adecuadas para poder cumplir con sus múltiples obligaciones, en especial, velar por el orden público y de reparar o precaver el daño o peligro para la seguridad nacional que haya dado origen a dicho estado, debiendo observar las facultades administrativas de las autoridades institucionales colocadas bajo su jurisdicción. Destaco lo anterior, porque el señor Contralor General de la República, en el trámite de toma de razón del respectivo decreto dejó su huella: no pueden, en ningún caso, alterar las funciones y atribuciones que el legislador ha radicado en los órganos de la Administración del Estado, dado que lo contrario implicaría invadir la reserva legal; y la guinda de la torta: es sin perjuicio del control de las autoridades civiles sobre las Fuerzas Armadas y de la responsabilidad derivada de dicho deber de control.

Dura tarea para los mandos destacados en las diversas zonas, pero no pueden seguir arriesgando a sus hombres sin los medios y los resguardos correspondientes, premunidos además de las facultades para emplearlos de acuerdo a lo que dice la ley, y no un simple decreto elaborado por inexpertos con el solo propósito de amparar al mandatario ante eventuales denuncias de atropellos a los derechos humanos. Yo los entiendo y los comprendo, pero así son las responsabilidades del mando, aunque tengamos que pagar caro, y lo digo con propiedad. Ténganlo por seguro que los subalternos lo valorarán tremendamente, y una vez que pasen a integrar nuestras legiones, que mantienen incólume el amor a nuestra patria y a las instituciones que nos han cobijado por largos años, podrán apreciar cuán importante es.

 c)      Los comandantes en jefe.

Si para los Jefes de Zonas es duro, para los comandantes en jefe es mucho más. Y no estoy hablando de una solución como la del 73. Por algo llegaron a ocupar esas altas funciones, de manera que no soy nadie para dar consejos. Pero creo tener la certeza, pienso, creo y espero que sabrán adoptar la mejor resolución para preservar el orden, la seguridad que nuestra patria necesita.

Estimo oportuno en consecuencia traer a colación lo que señalaron en el pasado personajes importantes de nuestro devenir republicano y democrático:

              En cuanto al ejercicio de la fuerza, la institucionalidad democrática sólo lo concibe como subordinada a los poderes constitucionales y dentro del marco de la ley (…) De ahí que las Fuerzas Armadas permanezcan ajenas a la contienda política y, en nuestra tradición republicana, hayan adquirido el papel de ser garantes de nuestra convivencia democrática, asegurando él respeto a la Constitución y las leyes. (…), si realmente quiere salvar la institucionalidad. Cumpla prestamente esa tarea por su parte, para lo cual estoy cierto de que contará con la leal y patriótica colaboración de las Fuerzas Armadas, del Cuerpo de Carabineros y de la inmensa mayoría de los chilenos; impóngase sobre los que, venidos del extranjero o con sus cabezas recalentadas por un ideologismo violentista quieren imponer la fuerza sobre la razón y están rompiendo la institucionalidad democrática que tanto prestigio ha dado a Chile; termine de una vez por todas con la amenaza armada y la violencia.

                Patricio Aylwin Azocar. 11 de julio de 1973

“Los militares han salvado a Chile… cuando uno tiene cáncer, no tiene ganas de operarse, pero debe hacerlo”.

Eduardo Frei Montalva. Octubre de 1973 (revista ABC)

         Debo agradecer a los parlamentarios Guido Girardi, el padrino del edificio de Avda. Pedro Montt, Valparaíso; al soldado madurista, Alejandro Navarro, en comisión de servicio en nuestro Congreso; al operador de la retroexcavadora Jaime Quintana, que atropelló a un carabinero, dio muerte y huyó del lugar de los hechos; a J.P. Letelier que lleva 26 años ocupando un asiento en el Olimpo criollo y se ha negado a desprenderse de la teta,  amigote de jueces y ministros; al ex candidato presidencial Alejandro Guillier y ex lector de noticias  que hacía propaganda a una AFP que lo alimentó por muchos años y después criticó abiertamente; a Fernando Atria y a otras descollantes figuras de nuestra política, por la franqueza con que nos han hablado, para decirnos claramente que se nos avecina con una futura constitución, siguiendo las directrices del Foro de Sao Paulo y hermanarnos con Venezuela, derribando nuestras raíces, cultura y valores que han hecho grande a Chile en el concierto de las naciones.

             Por ello, la única opción democrática para evitar el caos y arrojarnos a un precipicio del que nunca saldremos, es votar RECHAZO. La nación no es un banco de prueba ni un laboratorio en busca de una utopía que solo ha traído hambre, pobreza y carencia de libertades donde ha sido impuesta. Caso contrario habría que prender el horno, pues los bollos estarían listos.

 

Fernando Hormazábal Diaz

General de Brigada (R)

 

Se estima pertinente, ruego difundir este blog.

1 comentario:

  1. Muy buen analisis y qusiera pensar que la solución es votar Rechazo, pero el problema es mucho mas profundo y dudo que pueda tener una salida democratica, especialmente con la calidad de nuestros políticos

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