a.
Conceptos generales.
Este
blog no tiene ninguna pretensión académica como lo he señalado en mis
anteriores columnas, son solo reflexiones de un octogenario que pretende tan
solo esbozar algunas ideas que puedan ser de utilidad para aquellas
generaciones que han estado ausente de las vicisitudes que hemos vivido en los
últimos sesenta años y para las nuevas que se incorporen. En primer lugar, no
quiero ofender el intelecto de aquellos que dan por sabido las definiciones
básicas que expongo a continuación, pero solo lo hago con el objeto de ordenar
mis ideas.
Si
pregunto a cualquier joven de hoy día que, si Chile es un país soberano,
obviamente, la respuesta será por supuesto, a menos que respondan los mismos a
quienes se les preguntó que significaba el 18 de septiembre; o a los autores de
los subtítulos del canal13, que identificaron el 19 de septiembre con el Día de
las Glorias Navales; o aquellos que le hacen meter la pata al presidente Piñera
con sus discursos. Pero estamos hablando de jóvenes normales que cumplen con
sus obligaciones y estudian, a pesar que la Educación Cívica ha desaparecido de
las mallas curriculares, lo que ha sido el error más grave cometido en las
últimas décadas al elaborar plantillas escolares.
Si
recurrimos a la RAE, la soberanía es definida como la máxima autoridad dentro de un esquema
político y al soberano, como el ser
superior dentro de una entidad que no es
material. Se caracteriza por ser un poder originario o no delegado, o
delegado sin límites o condiciones, inalienable, no sujeto a prescripción, no
sujeto a leyes, absolutio legibus, porque el soberano es la fuente misma y
única del derecho.
Otros
autores consideran que los elementos de la soberanía son tres: Territorio,
pueblo o nación y poder.
Nuestra
actual constitución -que espero se mantenga vigente el 25 de octubre- dice en
el artículo 5: La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio
se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y,
también, por las autoridades que esta Constitución establezca. Ningún
sector del pueblo ni individuo alguno puede atribuirse su ejercicio. A
continuación, señala que la única limitación es el respeto a los derechos que
emanan de la naturaleza humana y que es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos,
garantizados por esta constitución, así como los tratados internacionales.
No me detendré en este último aspecto, pues hay mucho pan que rebanar,
pero no cabe duda que a simple vista, todos los poderes del Estado están al
debe en el respeto a los derechos que emanan de la naturaleza humana.
Dentro
de las autoridades que señala el artículo antes citado, están los diputados y
senadores que integran el Congreso, el cual en sus atribuciones exclusivas está:
Aprobar o desechar los tratados internacionales que le presentare el
Presidente de la República antes de su ratificación. Y es en este punto
donde quiero detenerme, estando consciente que mis argumentos serán fácilmente torpedeados
hasta por alumnos que estudian leyes. Pero que traigo a colación a propósito de
la soberanía que reside en la nación o pueblo, donde ésta ha sido vulnerada,
aclarándome donde estaba la quinta pata del gato. Me encantan los
refranes populares, son tan ilustrativos….
b. Programa país para Chile.
Este
documento emana de un convenio o acuerdo entre Chile y la ONU, dentro del
programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Este aparente programa -lo
menciono así- porque se viste, se expresa y se estructura como un tratado
internacional, convención, pacto, declaración, protocolo o cualquiera que sea
su denominación, que son definidos como acuerdos entre sujetos del derecho de
gentes, con el propósito de obtener determinados derechos u obligaciones de las
partes, en este caso Chile y la ONU. Otros elementos de que forman parte de
estos convenios son: el objeto, que debe ser lícito; la voluntad o el consenso;
y la forma que reviste. Todos ellos forman parte de este instrumento, en
consecuencia, debía haber sido sometido a las autoridades que nuestra Constitución
establece, el Congreso Nacional que, sin embargo, a mi modesto entender
ha sido bypasseado, con esta figura de Programa o Plan de Acción.
Estos
pseudos programas son trianuales, comenzando a partir del 2007, en el primer
gobierno de Bachelet y continuado por los sucesivos gobiernos de izquierda,
incluyendo los dos de Piñera, que han seguido los mismos aires, y se extienden
hasta el 2030.
Por
razones obvias y a fin de no agotarlos, como tampoco hurgar en vuestras venas
hasta terminar con la paciencia -como yo lo he experimentado- me limitaré en
forma sucinta a develar algunos aspectos que son los que más me han llamado la
atención del programa 2015-2018, considerando por otra parte que en Chile
contamos con numerosos centros de estudios y académicos que pueden hacerlo con
mucho mayor propiedad que este modesto artesano del pensamiento.
En
primer lugar, en el marco del programa se señala que el Gobierno de Chile y
el Programa de las Naciones unidas para el Desarrollo, han acordado mutuamente
el contenido del presente documento y sus responsabilidades en la implementación del programa. A
continuación, expresa que con el fin de reforzar su acuerdo mutuo y
cooperación en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
y en la aplicación de las Convenciones de las Naciones Unidas (…) Hasta aquí
está clarísimo que este falso programa, cumple con todos los elementos que
forman parte de un Convenio o Tratado, debiendo en consecuencia haber seguido
los pasos que establece la Constitución, es decir su aprobación por el Congreso
Nacional.
Entre
los acuerdos suscritos, incluye las Bases de la Relación (Paso1) y una serie de
pasos a seguir, a los que me referiré en los términos antes señalados.
· Paso 2:
Justificación del Programa. Después de destacar los logros obtenidos por
Chile en los últimos 25 años, con un índice de pobreza bajo, posesionando a
nuestro país muy por encima del promedio de América Latina, y un coeficiente
Gini superior al promedio de la OCDE, vienen los peros, entre los cuales
está el déficit de representación de las mujeres; el de los indígenas,
afirmando que ningún parlamentario se atribuye pertenecer a un grupo
originario; la sub representación de ciertos sectores en el sistema electoral;
pasando luego a destacar las demandas sociales entre las que insiste en los derechos
étnicos y de género, volviendo a reiterar a los pueblos indígenas
entre las desigualdades. Y lo infaltable, condenando el modelo económico, el
mismo que ha hecho posible los logros alcanzados por Chile en los últimos
decenios que el mismo programa destaca, perseverando una vez más en el correcto
equilibrio de poder entre hombres y mujeres.
¿Por qué debería existir equilibrio entre hombres y mujeres? cuando éstas últimas podrían ser superior a los hombres, por lo demás mucho más grato a la vista que los primeros. Su representación no obedece a una cuestión de género, sino a que los señores políticos han descuidado la preparación y formación de mujeres, lo que no debe obedecer a fijación de cuotas, ya que se estaría limitando la calidad en favor de la cantidad. Respecto a la representación de personas de pueblos originarios, desconozco si las siguientes habrán negado sus raíces: Diputados Emilia Nuyado Ancapichún y Aracely Leuquén Uribe; senadores Yasna Provoste Campillay y Francisco Huenchumilla Jaramillo, el exdiputado y excandidato a senador Fuad Eduardo Chahín Valenzuela, cuya madre lleva por segundo apellido Lonconao; y los ex candidatos no electos: Marcelino Collio Calcomín, Aucán Huilcamán ¨Paillama, Diego Alexis Ancalao Gavilán, Alberto Antonio Pizarro Chañilao, entre muchos otros. Por lo demás Chile es una república unitaria y todos los chilenos son iguales en deberes y derechos: En Chile no hay persona ni grupos privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley.
En cuanto al bajo nivel de participación electoral, la culpa es de los señores políticos, que le quitaron el carácter de obligatoriedad al voto; y la sub representación de sectores, fue corregida pero con un desastre, con una cantidad injustificada de parlamentarios que ponen a Chile a cabeza de los países en proporción con la cantidad de habitantes y además permitió elegir a parlamentarios con un mínimo de votos en desmedro de quienes obtuvieron un cantidad muy superior, a lo que se suma la elección de individuos sin ninguna preparación, lo que ha dado origen al congreso más desprestigiado de nuestra historia parlamentaria.
·
Paso3. Prioridades y contrapartes del Programa.
Entre
estas hace hincapié en la participación del PNUD en el ámbito de las
desigualdades, donde este último elaboró una agenda propia de investigación
en distintos ámbitos, incluido el de género. La guinda de la torta lo hace en
su apreciación sobre la democracia inclusiva y participativa, indicándonos que
a través de distintos actores continuará con la labor de apoyar los
cambios del sistema político, incluyendo el sistema electoral, el
financiamientos de partidos o la nueva Constitución necesarios para el
fortalecimiento de la democracia, señalando más adelante el apoyo a la
temática de los pueblos indígenas, en el rediseño de políticas destinadas a
disminuir las brechas entre la población indígena y no indígena.
·
Paso 4. Gestión del programa y de los riesgos.
En
este programa el Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia actuará
como contraparte técnica -Dios nos pille confesados- y el Ministerio de
Relaciones Exteriores como contraparte oficial del Gobierno de Chile,
precisamente las carteras que han estado más afectadas a los cambios
ministeriales, y en su ejecución podrán también implementar actividades
organismos internacionales, las Naciones Unidas, incluidos el PNUD. Obviamente,
está considerado una oficina de la PNUD en Chile, cuyos gastos serán de nuestra
responsabilidad.
·
Paso 5. Seguimiento y Evaluación.
En
este paso, el PNUD tendrá un papel preponderante al asignarse revisiones periódicas
in situ, y el seguimiento de acuerdo a los estándares de dicho organismo, y en
las auditorías solicitas por el PNUD, serán realizadas por firmas de auditoría privadas.
·
Paso 6. Alianzas Estratégicas.
El PNUD se arroga
participación en la vinculación con las instituciones del Estado, organismo de
la sociedad civil, con el sistema privado y con el sistema de las Naciones
Unidas.
·
Paso 7. Compromisos del Gobierno y del PNUD.
Entre las
obligaciones de Chile, está el compromiso de aportar la suma de US.$. 10 millones
para contribuir al logro de los objetivos y el financiamiento de los costos
operativos de la Oficina del PNUD en Chile, y nosotros sabemos como se
comportan los organismos internacionales cuando el dinero no proviene de sus
bolsillos, sino de los fondos de los países y de la ONU que también financiamos
con cargo a los impuestos.
Si
todo lo anterior no les ha merecido reparos a la forma en que organismos de la
ONU, abierta y reconocidamente en manos de la izquierda, pretenden imponernos
el globalismo a ultranza interviniendo directamente en nuestras
decisiones, pauteando como debemos actuar y pasar por encima de nuestra
soberanía, ante la colusión de la izquierda chilena y la anomia de la cada vez
más feble derecha chilena, marginándonos a quienes somos independientes y que solo
deseamos lo mejor para nuestra patria y el futuro de las nuevas generaciones y
sus descendientes, estimo que no permanecerá impasible ante las siguientes
Prioridades Nacionales:
1) Cumplimiento de los
O.D.M: Reforma educacional -que ha sido la más nefasta- con la
gratuidad de la Educación Universitaria, en desmedro de la educación preescolar
y párvulos que constituye la primera prioridad; políticas de protección
social universal, sin haber evaluado previamente los cientos de
programas sociales más enfocados que no llegan a los beneficiarios, porque sus
dineros se pierden en una predominante e incapaz e ineficiente burocracia,
producto de pagos a favores políticos; nueva agenda de géneros, basado en
los derechos, igualdad y autonomía de
las mujeres, “viva el aborto libre y adiós a la protección del que está
por nacer;” Plan Nacional del Cambio climáticos, que creo que interpreta a todos
los chilenos, pero de ahí a crear un nuevo organismo, más burocracia, más pago
de favores, con el Servicio de Biodiversidad y Áreas protegidas, tareas que
pueden ser absorbidas por los ministerios existentes.
2) Elaboración
participativa de una nueva Constitución, reformas políticas, fomento
de la participación, que terminó con el voto voluntario, nueva relación
para mejorar la calidad de vida de la población indígena rural y urbana.
No me cabe la menor duda, que por bien inspirados que esté el ultimo propósito,
ha sido aprovechado por el terrorismo de la izquierda en la macrozona del sur.
No nos extrañemos entonces que esta
globalización impulsada por los sectores de izquierda desde los sectores más
radicales, especialmente de los países de Europa, han contagiado a
nuestros políticos en todos los matices que la sustentan, y no son otra cosa
que anti valores que pretender erradicar los nuestros enraizados a través de
más de 200 años de república independente. De allí entonces el matrimonio de
personas del mismo sexo; la sexualidad prematura y apremiante; la ideología de
género, la superioridad del Estado por sobre la de los padres en la educación
de sus hijos, fomentando la desobediencia e incluso el derecho a demandar a sus
progenitores; una educación sexual dirigida desde el Estado, demasiado precoz
cuando aún los menores no tienen un criterio bien formado y su personalidad
está en pleno desarrollo; contracultura y con una televisión cada vez más
desbordada e ideologizada; la adopción homoparental, etc., etc. Todas estas
tonalidades reducen la capacidad del individuo como ente natural,
subordinándolo al poder político del Estado.
Es así, como se nos ha privado a los chilenos de tener participación en tan importantes como perjudiciales políticas que se han estado
implementando en el país, sin someterlas a lo que expresamente señala la
Constitución. De aquí el interés de Bachelet desde su primer Gobierno por
implementar los famosos Cabildos, constituidos sin patrocinio legal y en la
oscuridad de las maniobras de su gobierno, cuyos resultados no se han conocido y que supuestamente dieron origen a su proyecto de Constitución sigilosamente enviado
al Congreso en la víspera de dejar su segundo mandato, mediante el mensaje
407-365, que también incluye las firmas de los ministros Nicolás Eyzaguirre, Gabriel De la Fuente y Paula Narváez.
¿Seré el libreto de Jaime Atria que han urdido para imponer un plebiscito
producto de la violencia impuesta a partir del 18 de octubre, negando de por sí
la legitimidad de origen, que cuestionan a la de 1980, no obstante no estar vigente, pues rige la de Lagos, del año 2005, cuando anunció que había llegado la
primavera a Chile democrático?
Chilenos no nos dejemos engañar. Para el 25 de
octubre, si quieres salvar la Nación y proteger el futuro de tus hijos y nietos
y el de las generaciones futuras, VOTA RECHAZO y como sea no dejes de
participar.
-
Interesante y bien fundamentado estudio.Pero,a 4 semanas de un forzado plebiscito los votantes no estaran informados.Solo una postergacion de ese Plebiscito por efectos de la pandemia o el cumplimiento de la Constitucion sera la salvacion
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