El asesinato del Cabo 2° de
Carabineros.
Eugenio Sebastián Nain Caniumil -reservista
del Ejército, pues hizo su Servicio Militar en la Brigada Huamachuco, en el
norte de Chile- el día de su infausto
asesinato debe haber salido temprano de su casa, en Temuco, como todos los días
después de una agotadora víspera, como son las de los funcionarios de
Carabineros que han estado siendo sometido a jornadas extensas y agotadoras desde
hace más de un año, a partir del estallido delincuencial, que eufemísticamente
ha sido denominado por la prensa y todos los políticos en forma transversal,
incluso las autoridades de Gobierno, como estallido social. Lo dicen con
el objeto de bajar el perfil a este azote de delincuentes, drogadictos y barras
bravas que han destrozado las principales ciudades del país, en particular
Santiago, azuzados, organizados y financiados por la izquierda, contando con la
bendición del Partido Comunista y del Frente Amplio.
Como todos los días, presumo que Eugenio se despidió cariñosamente de su esposa Daihanna, de su hijo Ulises de seis años y regaloneado con su guagua de 7 meses, Trinidad, que seguramente dormía a esas horas. Salió de su hogar sin saber a qué hora regresaría, porque el servicio se termina a la hora en que no hay más pega, independiente de las obligaciones horarias de las cuarenta y tantas horas semanales; no obstante estar en la categoría de funcionario público, no es un empleado público, de esos que generalmente, llegan a tomarse un cafecito y fumarse un puchito fondeado en el baño y antes de las 5 de la tarde, están con las zapatillas con clavos, listos para regresar a sus hogares.
La incertidumbre
de un regreso sano y a salvo ha pasado a ser un hecho constante para la policía uniformada
en la macrozona sur del país, ante el terrorismo reinante que no respeta horas ni
lugares para amedrentar, robar, quemar y asesinar, sin que el Gobierno, ni el Ministerio
Público y los Tribunales de Justicia hayan cumplido con el papel que les asigna
la carta magna, constituyendo un notable abandono de sus deberes. Súmese a
ello, la indolencia de los mandos superiores de la institución, para hacer ver
al presidente Piñera la imposibilidad de seguir arriesgando a sus hombres, sin
restituirles en pleno sus atribuciones limitadas por reglas absurdas e inconsecuentes
con la situación que se vive en el país y sin contar con los medios materiales
suficientes y adecuados.
Próximo a
terminar el mes, presumiblemente hizo planes para acompañar a Ulises a pedir
dulces por la fiesta de Halloween y algún disfraz hecho por su madre, porque el
sueldo de un cabo 2° no alcanza para esos lujos. Pero las cosas no resultaron
así, víctima de una emboscada -porque estos terroristas solo actúan de esa
forma, jamás en un enfrentamiento- fue herido de muerte, privando a su familia
del amor y la protección del jefe del hogar; sus hijos crecerán y educarán sin
la guía del padre, obligando a Daihanna a asumir ambas funciones; y sus padres,
Cristián y Johanna, no podrán ser partícipes de los logros profesionales de su hijo y vivirán
con ese sentimiento de incomprensión por una partida tan prematura e inesperada como dramática. Esta
Navidad, será una noche no buena para la familia de este nuevo mártir de
Carabineros de Chile
Eugenio
fue inmolado por la negligencia, sumisión y cobardía de las autoridades que los
han desprovisto del equipamiento y de las facultades que la CPE establece,
dejándolos absolutamente vulnerables ante las huestes de la brutalidad y del fanatismo,
privados de cualquier reacción a riesgo de perder su fuente laboral, ante los
catones de los Derechos Humanos que vigilan sus pasos y los siguen como perros
de presas dispuestos a ajusticiarlos sin escrúpulos, del que se hacen parte
jueces y fiscales ideologizados respaldados por el Fiscal Nacional, que solo
prestan oído a los partidos políticos y parlamentarios que no sobrepasan el 2% y 3% respectivamente de aprobación de la
ciudanía.
Haciendo un
poco de historia, en 1960 la población de Chile era de 8.133.000 habitantes, es
decir levemente superior a la que hoy reside en la Región Metropolitana, que en
aquella fecha solo alcanzaba a los 2 millones de personas. La dotación de Carabineros
era de 21.727 funcionarios, es decir un carabinero por cada 374 habitantes, teniendo
en consideración que aquellos años no tenían el nivel de delincuencia, narcotráfico
y se carecía del desarrollo urbano que hoy existe; siendo la proporción actual, según
algunas estadísticas de un carabinero por cada 537 habitantes en la R.M. y a
nivel país, un carabinero por 339 habitantes, según Pauta; en cambio en Argentina un policía
por cada 180 personas; y Uruguay, uno por cada 185.
Señor Piñera, sus promesas de hace algunos
años han sido como el éter, se esfumaron como gran parte, por no decir todas: Se va a restablecer en plenitud el
respeto que se les debe a los Carabineros… vamos a ser
implacables y vamos a perseguir hasta el fin del mundo si fuera necesario, a
aquellos que agredan o maltraten a nuestros carabineros, sea de obra o de palabra…
Los
chilenos nos preguntamos ¿Qué hará ahora el Gobierno? ¿Qué hará Ud. señor presidente?
con la reciente declaración de guerra que ha hecho la CAM, que lejos de
lamentar la muerte de un compatriota de la misma etnia a quienes dicen
defender, continuarán con su lucha, independiente de los costos y de las
muertes que ocurran, vanagloriándose y reivindicando la autoría de los numerosos predios atacados
y de las maquinarias y vehículos quemados y destruidos. En este manifiesto en
pleno Estado de Derecho, como Ud. pretende afirmar, son desprestigiados y
atacados hasta los mismos intelectuales y profesionales de la misma ascendencia, que gracias
su esfuerzo y trabajo han alcanzado a lo largo de los años y muchos sacrificios, un lugar destacado en nuestra sociedad, a quienes
consideran cómplices de un gobierno asesino, y consideran sedientos
de poder y prestigio .
Señor presidente
de la República, señor ministro del Interior, señor director general de
Carabineros, sus obligadas condolencias, el anuncio de que este crimen no
quedará impune y las querellas anunciadas, son palabras que se las lleva el
viento. ¿Cuantos mártires más se necesitan para cumplir con sus obligaciones?
Señor Director General de Carabineros, se lo digo de general a general, si nos
es capaz de defender y proteger a sus hombres, de un paso al costado, hágalo por el amor de Dios, por
el bien de su institución y por el bien de Chile.
Apelo a
todos los políticos que por largo tiempo han estado hostigando a Carabineros de
Chile, incitando con su actuar a que no se respete su autoridad y son
corresponsables de este infame crimen, al cual se suma cierta prensa
amarillista y algunos comentaristas que aprovechan los medios radiales para
denostar a la institución, que cesen en su perfidia. Lo digo por Ud. también
doctora Cordero, nadie discute sus créditos como profesional y académica, pero
acusar reiteradamente a Carabineros y a la Policía de Investigaciones que son
flojos e ineficientes, lejos de desacreditar a las policías, es Ud. la que se
desprestigia, no vaya a ser cosa que le pase algo parecido al Rumpy.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
Si consideras
de interés, te ruego difundir.
Excelente documento mi teniente de hace 54 años
ResponderEliminarSu formación no la olvidamos y desde la araucania comparto su opinion
Héroes diario
ResponderEliminarHace mas de 25 años que no he vuelto a Chile,el período 1970/1973,no lo vivi en nuestro pais,pero llegamos despues,durante el gobierno del general Pinochet,nunca tuvimos problema alguno,luego vino la"democracia",y despues de 10años de gobiernos,viajamos fuera del pais,no entiendo como,personas normales pueden haber llegado a acoger a los delincuentes del 70/73,que fueron expatriados para no meterlos presos,y recibirlos y mantenerlos durante decadas,habiendo tanta gente honrrada,oobre,que no recibe una pension digna,ni atencion medica como personas y no como animales,el congreso es un asco,entre dioutadis y senadores sinverguenzas,los tribunales con payasos automatas,dejando lubres a los culpables.Asi no se lleva un pais y para colmo el presidente piñera,se pone a mirar oara otro lado,mientras asesinan carabineros y destrozan los monumentos patriis,hoy CHILE CARECE DE VALORES Y DE GENTE LEAL Y DECENTE QUE LO DIRIJA.¡¡¡VERGUENZA NACIONAL.!!!
ResponderEliminar