Un
viejo refrán popular -metáfora, ahora que están muy de moda- al referirse a una
persona que era incapaz de asumir una tarea o responsabilidad por los daños que
ocasionaría, se decía que era más peligroso que un mono con navaja, o
bien, es como entregarle una locomotora a un niño. Y creo que ambas le
calzan perfectamente al presidente Piñera. Y no es que le tenga mala, no
obstante haber anulado mi voto en ambas candidaturas, sino, porque no me cuadra
el mal menor cuando una persona que aspira a un cargo público, su derrotero
está jalonado de manejos turbios en abierta contradicción a los preciados
valores que se requieren para ocupar tan alta magistratura.
El
hecho es que me entran severas dudas de cual habría sido nuestro destino con
Guillier a la cabeza, por lo menos habría servido a la derecha para unirse en
un frente común, sin debilidades ni flaquezas y actuar como lo hacían los
derechistas de antaño, que hoy se extrañan ante la nueva derecha que está
presta a subordinarse a la izquierda marxista autoritaria, populista,
disociadora y violenta, trasgresora de las leyes y de la constitución. El
mandatario se ha farreado esta presidencia, abandonando todo su programa que le
llevó a ser elegido con una mayoría histórica. Ha traicionado a sus electores,
y quien traiciona, es un traidor, sin eufemismo, con todas las variables que la
RAE asigna a esta palabra.
Este
personaje, que al parecer como niño no tuvo infancia -otra metáfora- hoy juega
a ser presidente sin importarle que su cargo no es para permanecer
persistentemente en las noticias haciendo estupideces pretendiendo hacerse el
lindo o el simpático, las que han agotado la paciencia de los chilenos que esperamos
con ansias que llegue luego al término de su periodo, hastiados de constatar
cómo se ha destruido nuestra nación, entregándola en bandeja a quienes quieren
hacer de ella un ente carente de sólidos principios y de valores que nos
hicieron descollar hasta hace algunos pocos años.
Es
así, como en medio de esta anarquía y de la carencia del Estado de Derecho, el
señor Piñera “haciendo uso” de una de las tantas imposiciones de la ONU en el
llamado día de los Derechos Humanos -que deben ser todos los días del año- se
le presenta en bandeja la oportunidad de ser centro de mesa, pues solo en un
claro interés personal para evitar que el día de mañana sea juzgado por los
tribunales internacionales, pretende dar pruebas de blancura, cuando en su
gestión se han cometido a diario los mayores atentados a los DDHH por la
izquierda marxista que los organiza, financia y apoya en forma desvergonzada,
ante el mudo reproche-salvo contadas excepciones- de la derecha conformista y
cobarde, aunque no le guste que la tratan así.
En
su alocución habló del dinamismo de los DDHH y como han evolucionado desde los
clásicos, hasta alcanzar en la actualidad los derechos económicos, sociales y
culturales, agregando luego que son irrenunciables y que deben formar parte de
la nueva CPE donde el
respeto a los derechos humanos de todos nuestros compatriotas en todo tiempo,
en todo lugar, en toda circunstancia debe ser un elemento esencial, porque más
que nunca debemos reconocer y proteger nuestra democracia, porque es en
democracia cuando mejor se defienden y se promueven los derechos humanos, las
libertades y la dignidad de todas las personas.
¡Pero con qué
cara hace tales afirmaciones! cuando durante su gobierno no se han respetado ni
los unos ni los otros. Se han perdido cientos de miles de puestos de trabajos
por la destrucción y el vandalismo que han hecho presa de medianos y pequeños
empresarios; se han destruido iglesias cristianas católicas y evangélicas; el narco tráfico ha capturado las
poblaciones más humildes; el narco terrorismo y la guerrilla tienen
aterrorizada a la macrozona sur, cometiendo asesinatos que quedan impunes; se
atenta contra los camioneros y empresas de
maquinarias destruyendo e incendiando sus equipos; se impide el libre tránsito por los caminos de la zona; el
robo de madera, el abigeato y las tomas de predio, y el incendio de centros
turísticos y de viviendas son el pan de cada día, donde jueces y fiscales parecen
haber jugado al 1, 2, 3 momia.
Mientras
Ud. pretendía lucirse en su intervención, se quemaban 4 buses en pleno centro
de Santiago y terminaba de consumirse por el fuego, víctima de un atentado
terrorista la Hostería de Lanalhue, en Cañete, sede hace algunos años donde se
concretaron acuerdos, beneficios y ayudas para los mismos que causaron su destrucción.
Claro, no podía faltar el reconocimiento a la colaboración permanente del
Instituto Nacional de Derechos, las que omiten obviamente las falsas
acusaciones de violaciones, crucifixiones, centros de torturas, montajes y
otras hierbas; como tampoco su alusión a las FFAA y Carabineros,
impulsando una profunda modernización de Carabineros con
énfasis en crear una cultura de respeto a los derechos humanos. Es decir, más
limitaciones al uso legítimo de la fuerza
Y
su nuevo ministro del Interior sigue las aguas de los anteriores, obedeciendo
ciegamente sus instrucciones; de nada le ha servido la calle de la que
ufanaba menospreciando a los anteriores; continúa protegiendo a esos jóvenes
llenos de sueños, delincuentes que operan con toda discreción.
Si consideras de interés, ruego difundir
Alguien podría contradecir o desmentir lo que se comenta en esta columna?
ResponderEliminarRefleja exactamente lo que dia a dia conocemos de manera directa. La Tv y la prensa no se atreven aun.
ResponderEliminarEn forma muy clara y precisa se describe la pandemia política que nos está destruyendo como sociedad.
ResponderEliminarTenemos un Presidente cobarde e inepto y un gobierno incapaz de actuar por sí solo.
ResponderEliminarAdemás un Congreso circense del que ya nada positivo se puede esperar. Esta mezcla
de factores negativos es terrible y sólo nos queda rogar al Señor que podamos salir
pronto de esta pesadilla.