viernes, 15 de enero de 2021

46. ¡OJO! CUIDADO CON LA POLIVALENCIA


 


           


    Las FF.AA. existen para la defensa de la Patria y son esenciales para la Seguridad Nacional, así reza el art.101 de nuestra CPE. Creo que para ningún chileno por muy poco ilustrado que sea -de los que abundan en la Cámara de Diputados- dejarán de comprender el papel en la defensa de nuestra soberanía, pero el concepto de Seguridad Nacional, al no estar definido en la propia carta magna ni en otra ley -como lo es en España, por ejemplo-, se ha prestado para múltiples interpretaciones, siendo la izquierda que tradicionalmente ha sido la que más ha torpedeado dicho concepto, a pesar que bajo el gobierno de Salvador Allende no dudó en interpretarlo a su conveniencia. También en el pasado hubo mandatarios demócratas que hicieron abuso de lo que hoy se denomina polivalencia de las FF.AA. al utilizarlas como quinta columnas en huelgas de personal del servicio de salud y municipales, cuando no existían empresas privadas que hicieran esta última labor. De esta manera la Seguridad Nacional ha estado sujeta a la interpretación de académicos tanto civiles como militares y a los gobiernos de turno cuando lo han esbozado en los Libros de la Defensa y en el Consejo de Seguridad Nacional que ha sufrido importantes modificaciones. Más clara está la polivalencia en el papel asignado a los Jefes de Fuerzas en quienes el presidente de la república delega facultades que están establecidas en las Leyes que regulan los Estados de Excepción Constitucional.

         En agosto de 2019, el presidente Piñera promulgó el Decreto 265 ampliando la polivalencia a nuevas tareas. El artículo primero expresaba: Autorizase la colaboración de la Fuerzas Armadas con las autoridades civiles y policiales competentes para actuar en relación a actividades que se vinculen al narcotráfico y crimen organizado transnacional, en el marco de las facultades que la Constitución y la ley les otorguen, en zonas fronterizas del territorio nacional

     Esta norma que tenía duración solo por un año, se prorrogó por igual periodo en agosto de 2020, pero ante la petición de parlamentarios por la oleada migratoria ilegal a través de pasos no habilitados para que se otorguen facultades a las FF.AA. para su control, el mandatario firmó el 12 del presente un decreto modificando el anterior -cuyo texto aún no ha sido publicado- pero que -según la prensa- aumenta las facultades del Decreto 265, que permite el apoyo en el control  de la frontera en materia de narcotráfico  y crimen organizado y que a partir de ahora amplia su alcance para permitir el control del ingreso ilegal desde las Regiones de Arica hasta Antofagasta. 

         Los seres humanos no son inmunes a las tentaciones y de hecho el flagelo del narcotráfico puede corromper hasta los más puros. No son pocos los testimonios de fuerzas militares que han sucumbido a este cáncer que se extiende con una velocidad increíble: México, Cuba, Bolivia, Panamá, Colombia, Venezuela, por nombrar algunos, hasta el propio ejército americano durante los conflictos de Vietnam y Camboya, y otros. No en vano el Cartel de los Soles en Venezuela recibe esa denominación porque quienes las dirigen son altos oficiales de las FF. AA. cuyas insignias de grado están representadas por ese astro.

         De acuerdo a versiones de la policía, una cantidad considerable de drogas penetra a nuestro país a través de pasos no habilitados dadas las facilidades que ofrece el territorio en las fronteras con Perú y Bolivia, ya sea en vehículos o a pie. 

       Lo anterior se veía venir desde hace varias décadas, pero los sucesivos gobiernos descuidaron la protección de nuestras fronteras a partir de la suscripción del Pacto de Ottawa que entró en vigor 1999. Al respecto creo conveniente traer a colación la situación que vivió Chile en peligros inminentes de conflictos con Perú y Argentina en la década de 1970. Fue un periodo en que nos llovía sobre mojado, porque la enmienda Kennedy prohibió no solo la venta de armas a Chile, sino municiones, repuestos y otras restricciones. Esta tensa situación obligó al gobierno de mi general Pinochet a limitar la eventualidad de agresiones a través de nuestras fronteras, especialmente en aquellas más vulnerables por las facilidades que ofrece el territorio, sembrando campos minados en zonas próximas a las fronteras con nuestros tres vecinos, porque era obvio que las posibilidades de una HV3 eran certeras. 

      Mediante la adhesión al Tratado de Ottawa, Chile se obligó bajo ninguna circunstancia, a emplear, desarrollar, producir, almacenar o transferir minas ni ayudar a un tercero a que lo haga. Debiendo, además destruir las minas antipersonal existentes, estén almacenadas o sembradas. Al cumplir con este mandato -que aún está en desarrollo, por la complejidad y peligroso de la tarea- Chile descuidó sus fronteras, quedando a merced de cualquier aventura bélica de parte de nuestros vecinos y para la inmigración ilegal, dando lugar al paso  de contrabandistas, narcos traficantes  y criminales, especialmente agravada en las actuales circunstancias por la situación que viven países vecinos y paravecinos; súmese la falta de regulaciones para lograr una inmigración controlada y ordenada; y por otra parte, gracias a los beneficios sociales que otorga el gobierno -en desmedro de nuestros propios nacionales-  de extranjeros que exigen demandas que ni en sus propios países que han abandonado recibirían.

         Recuerdo que al poco tiempo de adherir Chile a dicho tratado -estando ya en retiro- me entrevistó un periodista del canal estatal respecto al pacto y sus repercusiones. Como son en general las entrevistas editadas al aire salieron los criterios sustentados por el entrevistador, omitiendo parte importante de mis declaraciones. En ellas expresaba que, reconociendo que dicha adhesión era un acto soberano del Gobierno, desde el punto de vista militar era negativo, por el abandono en quedarían nuestras fronteras. Por otra parte, los campos minados estaban en territorio nacional y eran parte de nuestro sistema defensivo en el ejercicio propio de nuestra soberanía; y que el retiro de los Campos Minados obligaría a disponer de mayores medios y unidades más céleres además de otras medidas que no son del caso citar ahora.

     Hoy día, en gran parte de nuestras ciudades hay viviendas que, para garantizar la seguridad de sus moradores, utilizan cercos eléctricos, alambradas, concertinas, perros Pit Bull, Rottweiler y otras razas peligrosas, sin que nadie reclame porque están en su propiedad y si algún accidente se ha producido es por quienes han querido traspasar dichos límites. (Este comentario no estará exento de críticas)

         Desde el punto de vista de los DD.HH. este Pacto nació producto del uso indiscriminado e irregular de minas, especialmente, en países de África; también en Colombia, en Centro América, India, Pakistán, etc., incluso en países de Europa, que había dejado ciento de de miles de accidentados en todo el mundo. En Chile, los campos minados sembrados por el Ejército estaban bajo la tuición de las unidades del arma de Ingenieros que anualmente efectuaban su mantenimiento reparando las alambradas y reponiendo la señalética indicadora para evitar accidentes, de manera que las incidencias producidas fueron muy escasas.

       Recapitulando, a la petición de los parlamentarios y del nuevo decreto firmado por el presidente Piñera ¿En que consistirá este apoyo? ¿Estarán meridianamente claras las responsabilidades del mando, ahora que existe un jefe de las Fuerzas por el Estado de excepción constitucional? ¿Cuánto tiempo pasará para que los señores que habitan en el Congreso, ante el avance descontrolado del narcotráfico y la presencia de carteles extranjeros en las poblaciones; con jueces y fiscales que a juzgar por los hechos parecen no estar en onda, no tengan otra brillante iniciativa como la de pedir que las FF.AA.  se sumen al control y a la erradicación del flagelo en esos sectores.

         Cuidado con la polivalencia, no desvirtuemos el concepto. No olvidemos que parte importante del contingente ahora que el Servicio Militar no es obligatorio proviene de dichos centros urbanos. No agrandemos aún más el problema. Las manzanas abundan en el paraíso terrestre y no se puede descuidar la preparación de las FF.AA. en los fines que se establecen en la CPE..

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)

 

 

Si consideras de interés. Te ruego difundir

 

 


 [FHD1]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

237. ¡OH LA JUSTICIA MILITAR!

  Voces de papagayos             A ctualmente  Chile está invadido de papagayos, y no son los loros que han migrado en grandes cantidades ...