domingo, 11 de julio de 2021

EL TREN IGUAL ARROLLARA

 

Lo que ningún candidato de Chile Vamos creía venir

Recurro a una analogía citada en una carta a un medio, en que dos delincuentes discuten a qué velocidad vendría el tren que arrollaría a dos personas que tiene amarradas a los rieles, 60 0 90 km/hora. Es obvio que ello no interesa, la trágica muerte igual se llevará a efecto. Es lo que nos pasará con el producto que saldrá de la Convención Constituyente, dominada por una amplia mayoría de una izquierda radical e ideologizada, que no necesitará de la mayoría absoluta para aprobar las normas que nos llevarán a refundar la nación y retroceder a 500 años, como lo ha anunciado su “presidente”; pues ya han dado muestras de lograr los dos tercios con toda facilidad, aún cuando sea para vulnerar las atribuciones dadas por CPE. Nada puede asegurar que habrá un diálogo entre personas con criterio formado, lo han cantado una y mil veces, se trata de borrar definitivamente “el legado de Pinochet”, extirpar cualquier vestigio de la dictadura, para reemplazarla por otra, que a diferencia de la anterior sea como fuere permitió ubicar a Chile a la cabeza de los países de Latinoamérica y la que viene, como ha anunciado unos de los líderes de la destrucción y del vandalismo, Rodrigo Rojas -que inexplicablemente el constitucionalista Jaime Atria ha justificado con singular desenfado- “Yo prefiero que sea una gran mierda pero que sirva para todos o que no sea para nadie”. Pero este alborotador y fanático constituyente, se equivoca una vez más, pues la mierda no la comerán todos los chilenos, quedarán exentos aquellos que ya han comenzado a emigrar con sus capitales fuera del país y a los paraísos fiscales; y lo harán con sus empresas y negocios cuando la amenaza sea inminente, esperando regresar cuando surja otro Pinochet que les devuelva todas sus riquezas y bienes, lo que dudo, pues después del “pago de Chile” sufrido por quienes hoy languidecen y mueren en los penales nadie querrá sufrir la misma ingratitud y el abandono a sus familias, aunque sea la única solución posible a este drama -no para hacerse del poder- sino para poner orden y paz. Ya hay evidencias que, previendo el caos en ciernes algunos connotados ya han adelantado su “cabeza de playa” en otras latitudes con miembros de sus familias, entre los cuales está el innombrable, deplorable y sinvergüenza, que podrá poner a salvo su riqueza mal habida, pero que no escapará el juicio histórico.

En cambio, nos quedaremos los que agotaremos todos los esfuerzos humanos posibles, aunque sean los últimos años que nos quedan de vida para rescatar a nuestra patria de las garras de quienes buscan sola la destrucción para alcanzar una utopía que ha fracasado en todos los países que han intentado de subyugar.

Llama la atención que líderes de opinión dentro de la constituyente que son de izquierda o independientes, como Agustín Squella y Patricia Politzer entre otros, hayan sido tibios en sus declaraciones para desmarcarse de la solicitud hecha por la Convención, invadiendo las atribuciones de los otros poderes del Estado, como tampoco parlamentarios y dirigentes de partidos del “saldo demócrata” de la centro izquierda.

El destacado profesor de literatura Cristian Warnken, con su versada prosa a que nos tiene acostumbrado -siempre tan equilibrado y dialogante- dirigió una extensa carta a los constituyentes a raíz del acuerdo de la convención llamando a indultar a los violentos -delincuentes me atrevo a corregir- abrigando una esperanza de que enmienden la conducta y las actuaciones observadas durante su constitución; afirmando entre otras cosas que no cree en refundaciones ni revoluciones como formas terapéuticas eficaces para los países con deudas sociales y emocionales: son terapias de shock que pueden matar en vez de sanar al paciente, aludiendo luego que las revoluciones o refundaciones, en cambio, solo han dejado detrás suyo una estela de resentimientos, dolor, divisiones. Pienso en la revolución de 1891, y en la de 1973, excluyendo obviamente a la revolución en libertad de Eduardo Frei Montalva y la de Salvador Allende en 1970. Critica a los ideólogos de la constitución de 1980, al hacer una norma excluyente humillando a sus enemigos, infligiéndoles una derrota simbólica y constitucional apabullante. Además de exiliarlos, torturarlos y hacerlos literalmente "desaparecer". Bueno, después de la guerra todos pretenden ser generales; en todo caso Warnken solo tenía 10 años cuando llegó la UP. Esperamos que los constituyentes escuchen su sincero clamor.

Se ha escrito bastante sobre el acto de la instalación de la Convención, pero nada más clara que la valiente y acertada pluma de Cristián Labbé, que en pocas palabras refleja lo que pensamos pero que no defendimos la gran mayoría de los chilenos. Un acto patético y deleznable, que no representa a nuestro Chile real, no tanto por la forma sino por el fondo de tan trascendental acto, que puso en evidencia la calidad de gran parte de los constituyentes elegidos, solo salvada por el criterio, el tino y la sapiencia de Carmen Gloria Valladares. Una carpa ordinaria, que no hace sino recordar alguna fonda provinciana o un matrimonio pobre, escenario ajeno a la solemnidad necesaria, en la que sin duda tuvo gran responsabilidad el gobierno.

La gota que rebasó: El atentado criminal en Carahue que dejó un “weichafe” -guerrero- fallecido, encapuchado y portando un M16, mientras atacaban una forestal, dejando herido grave a un trabajador mapuche; el candidato Boric habla de asesinato, el líder de la CAM dice que fue ejecutado y el fiscal califica de homicidio. El delincuente no era mapuche, provenía de Santiago, se dice que estudió en el Instituto Nacional y se llama Pablo Marchant Gutiérrez, que Allende calificaría de joven idealista y el ministro Delgado de jóvenes soñadores.

La “guinda de la torta” el atentado, sacrilegio y destrucción de la tumba de Jaime Guzmán, y el vandalismo y profanación del mausoleo del general Baquedano en el Cementerio General, bajo la tuición del alcalde y candidato Jadue, que se opone a la custodia de Carabineros en su interior; y que el ministro de Defensa rechaza apenas con un twitter, lo que se suma a la irreverencia del himno nacional durante el acto de la Convención.  

Hago un llamado a los señores comandantes en jefe de las FF.AA. a que se pronuncien sobre la falta de respeto hacia los símbolos patrios y a nuestros héroes, aunque los acusen de deliberación, que es un pelo de la cola ante la inacción de los poderes del Estado y de la anomia de gran parte de la población, lo que causa desaliento y desmoralización en sus integrantes.

 

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)


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2 comentarios:

  1. Confío plenamente en las FF.AA. de Chile, última reserva moral que nos queda
    y estoy cierto que llegado el momento sabrán cumplir con su deber.
    Lamentablemente y por mucho tiempo, seguiremos sufriendo el vandalismo canalla de la
    anti patria.

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  2. UNA NACION SIN LIDERES VA DIRECTO AL VACIO.

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237. ¡OH LA JUSTICIA MILITAR!

  Voces de papagayos             A ctualmente  Chile está invadido de papagayos, y no son los loros que han migrado en grandes cantidades ...