100. SUMA Y SIGUE

 

El desconcierto no nos abandona

     Toribio quisiera ser optimista y no caer en el pesimismo, pero los EEI -en jerga militar elementos esenciales de información- indican lo contrario y la realidad actual no vislumbra con certeza siquiera una pequeña luz al final del túnel. De ahí el urgente y duro llamado de atención hecho recientemente a los candidatos presidenciales por la pluma magistral de Cristian Warnken, en el característico lenguaje de este destacado profesor de literatura y comunicador social -por supuesto de izquierda- oficio de lo que carece esta modesta pluma.

Chile ha perdido la brújula y navega en un mar tormentoso que lo llevaría inexorablemente a un naufragio seguro; los chilenos estamos siendo víctimas de un populismo exorbitado sin fronteras partidarias, alimentados por las ansias de conquistar un poder o de mantenerlo, a costa de la sufrida ignorancia de gran parte de nuestra población que se ahoga en necesidades insatisfechas esperando que los cantos de sirena puedan acudir en su ayuda, cuando estos a la vuelta de la esquina la harán más precaria.

No solo se trata de crisis social y económica –de la que una parte importante no parece sufrirla dado el espectacular aumento de las ventas del retail, el Cyber Day y los más de 25.000 automóviles que saturan el puerto. Estos últimos quizás en poco tiempo más los eventuales compradores se vean obligados a vender perdiendo gran parte de su inversión. La crisis mayor es la mutación del alma, del espíritu tan impropio de nuestra idiosincrasia. El menosprecio hecho a nuestros símbolos patrios; los aires refundacionales que reinan en la Convención Constituyente, eliminando el carácter de república unitaria aspirando a un Estado plurinacional, que solo conducirá a aumentar la desunión y la desigualdad; con   una mayoría de izquierda que no solo ha imitado los vicios del parlamentarismo de facto del Congreso Nacional, sino que lo ha superado olvidando su tarea de proponer una nueva carta fundamental, vulnerando reiteradamente la actual que la mandató y auto designándose como poder originario han aprobado los plebiscitos dirimentes. El doble discurso se ha hecho patente cuando se habla de DDHH, al intentar que la justicia deje en libertad a delincuentes que arrasaron con las mini pymes y el mobiliario urbano, quemaron iglesias y atentaron contra la vida a Carabineros; sin embargo, ha guardado ominoso silencio con los crímenes que a diario se cometen en la macrozona sur y se negaron a conceder un minuto de silencio por el reciente agricultor fallecido a consecuencias del ataque incendiario cometido en su predio, mientras su esposa se debate entre la vida y la muerte.

En el Congreso diputados de las diferentes tiendas a pesar de escuchar a todos los entendidos, partiendo desde el Banco Central, por unos cochinos votos que aseguren su estatus en las futuras elecciones han aprobado el 4° retiro del 10%; no importándoles sacrificar las pensiones de los futuros jubilados e impactando en el mayor costo de vida y en la devaluación de nuestra moneda, lo que justamente perjudica a los más pobres. Total, a ellos no les afectará y no se harán responsables; súmese a lo anterior el asesinato aprobado a los nasciturus -y no se trata de creencias religiosas- sino de seguir las ideas progresistas respaldados en que las mujeres son dueñas de sus cuerpos, pero no del que llevan en sus vientres, ignorando que ese es el mismo cuerpo que protege al ser humano que está por nacer. Los señores senadores, muchos de ellos han anunciado que se declaran en reflexión, dándose una vuelta de carnero en ambos proyectos de ley. Que lejos está dicha cámara de aquella que se caracterizaba por el sentido común, la cordura y serenidad de sus miembros de hace algunos decenios. La DC, encabeza esta nefasta postura -excepto la senadora Goic- pretendiendo favorecer el voto de la candidata Provoste que no llegará a la 2ªvuelta, pues esta es una carrera corrida Sichel o Kast y el candidato Boric, entregado en cuerpo y alma al PC. y para colmo acaban de aprobar en general el proyecto de ley para indultar as los delincuentes.

 A lo que hemos llegado, una persona que hace menos de un año afirmaba públicamente que no tenía experiencia ni se sentía con las condiciones para aceptar esa responsabilidad, se convirtió rápidamente en el candidato que encabeza las encuestas. De ser un pequeño burgués, que gustaba cazar pajaritos, trepar a los árboles, experimentar en su adolescencia -sin llegar a los hechos- una relación con un amigo; mechero -ladrón de supermercado- quizás su única experiencia de trabajo; de estudiante fracasado a diputado y hoy candidato a la presidencia.

Ni que hablar de la justicia garantista pro-delincuentes y criminales, ni mucho menos del Fiscal Nacional, que ha tiempo debió haber sido acusado constitucionalmente por notable abandono de deberes, al que se ha sumado ahora el Contralor General de la República, obrando por sobre las atribuciones que le competen en desmedro de las atribuciones del Gobierno. Se suma a este coctel de calamidades la responsabilidad exclusiva del mandatario y sus ministros en abordar el problema de la inmigración ilegal reaccionado en forma tardía como siempre, mientras el terrorismo reina en la Araucanía cada día más fuerte y al señor Piñera no parece importarle. Las cadenas sociales muestran hoy día un grupo de terroristas armados en Collipulli con fusiles SA25 y M16, armas superiores a las que usan carabineros a quienes han desafiado abiertamente si intentan recuperar los terrenos tomados. Y la guinda de la torta el caso del proyecto Dominga.

Estamos en presencia de la degradación de la democracia. Si revisamos la historia, es una crisis mayor a lo acontecido en los años 20-30 y 70 del pasado siglo. De esta caja de Pandora, siguiendo a Warnken, de la que han escapado nuestros monstruos: “corrupción, narcotráfico, narcopolítica, violencia, avidez del poder” y un largo etc., él espera la llegada de del hada llamada Esperanza, “pero una y otra vez verán el destello de mis alas en los techos de las cabañas donde viven.” Toribio en un plano de ficción concuerda con el hada de la Esperanza, pero la de él, no la mía, lamentablemente no sería el destello de las alas, sino el destello de los aceros. Pero no habrá un nuevo Carlos Ibáñez ni otro Pinochet, pues sus huestes han quedado abandonadas tras las filas enemigas y hoy languidecen y fallecen enfermos y ancianos, pues quienes los llamaron y los sacaron de sus cuarteles los han olvidado haciendo patente el dicho el “pago de Chile.” Parafraseando a Rojas Vade -en busca de la igualdad- “si comemos mierda, todos vamos a comer mierda”.

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)

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