viernes, 29 de octubre de 2021

103. LA MADRE DE TODAS LAS DERROTAS

           

   El soldado desconocido

 


    L
a tradición castrense aconseja dejar pasar 24 horas antes de formular un reclamo o expresar una opinión discrepante a lo resuelto por una autoridad, con el objeto de que el malestar despertado por una medida que afecta nuestros sentimientos y nuestros principios, de lugar a un arranque de furia que obnubile nuestros pensamientos que nos haga caer en expresiones y actitudes desafortunadas.

Exprofeso, Toribio dejó pasar más del plazo anterior desde que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) cuya función es ejercer la “protección” y tuición del patrimonio cultural y natural de carácter monumental resolvió en forma unánime a petición del Ejército de Chile el traslado “transitorio” de los restos del Soldado Desconocido, el cual se materializó el mismo día en que dicha noticia fue publicada, lo que indica obviamente que esta insana medida fue planificada desde el gobierno. El susodicho, de esta forma evitó que el volcán que hervía de furia en su interior vertiera sus lenguas de fuego y lava sobre aquellos que hicieron factible este atropello al respeto y a la honra de quienes dieron la vida en la defensa de nuestra patria y regaron con su sangre las áridas arenas del desierto en el Campo de la Alianza en la victoria de Tacna.

Toribio al ver las imágenes que le llegaron por las cadenas sociales antes que las de la TV, estaba fuera de sí y se hacía las preguntas que sin duda se hicieron muchos chilenos. ¿Por qué a esa hora? Entre gallos y medianoche, emulando al Sanedrín y a los sacerdotes fariseos cuando juzgaron a Jesús -de ahí su nombre- en el más absoluto secreto. ¿Por qué? ¿Temor a qué? ¿Despertar o evitar la provocación a las hordas satánicas del lumpen y drogadictos? A quienes la mariguana, la coca, la pasta base, la ayahuasca y tantas otras ya no les satisfacen y se gozan con la destrucción y el ataque a los últimos vestigios de lo que fuera el monumento al general de Baquedano y de la tumba del Soldado Desconocido, al que embriagados de odio y de ignorancia han catalogado de “facho", cuando en otros países del mundo es venerado, respetado e incluso forma parte imprescindible de las visitas turísticas. Mi amigo muy dolido por el procedimiento se preguntaba: ¿No habría bastado una compañía de fusileros para ofrecer la seguridad correspondiente? De haber contado con información oportuna no cabe la menor duda que un centenar de viejos soldados -o soldados viejos- habría estado dispuesto a servir de escudo y de participar posteriormente en sus honras fúnebres.

El general Baquedano y el Soldado Desconocido son héroes de guerra, en consecuencia pertenecen a todos los chilenos e independiente de la institución de origen, al igual que Prat, son venerados por todas las Fuerzas Armadas; extraña en consecuencia que el CMN no haya consultado con las otras instituciones, confirmando, en opinión de Toribio, que lo anterior fue fraguado desde el Gobierno y que el Ejército en un exceso de celo como una institución obediente, jerarquizada y no deliberante permitió que se cometiera esta aberración.

Me habían recomendado que no sacaba nada con persistir en los propósitos de este blog y que dejara que las generaciones actuales enfrentaran estas situaciones. Se lo expresé a Toribio, pero éste es un tanto indisciplinado, persistente, porfiado, testarudo y un largo etc., sobre todo un ferviente amante de su patria, del sacrificio ofrendado por sus fuerzas armadas en defensa del país a lo largo de nuestra historia; de la democracia y del orden institucional. En su aislamiento y ociosidad, tan pronto se inició el estallido delincuencial ante la inoperancia del mandatario, de la imposibilidad que el Ejército pudiere proteger el monumento por estar bajo la tuición del CMN, dependiente del Ministerio de la Cultura, a lo que se sumaba el Contralor de la República -quien tiene un especial “cariño” por las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad- que estaría “attenti al lupo” para objetar su proceder, en sus fantasías y locuras inspirado en su devoción por las tradiciones históricas había pensado en lo siguiente:

Por un Decreto del Ministerio de Bienes se cede al patrimonio Fisco – Ejército de Chile el área circunscrita al Monumento del general Baquedano; se rodeaba con una hermosa reja artística con acceso controlado para los visitantes, de manera que la institución podría ejercer la debida protección con sus medios y ante cualquier aventura de desquiciados sería de la exclusiva responsabilidad de los eventuales autores del delito los daños colaterales ante un asalto que se pretendiese efectuar.

-           Tu vez las cosas muy sencillas Toribio, le repliqué, imposible, para eso no existiría voluntad política.

-           Pantalones, más que política, yo diría, respondió Toribio, agregando a continuación: ¿Y no crees tú que los desquiciados tal como lo hicieron con los mausoleos de Baquedano y de Jaime Guzmán no perseguirán los restos del Soldado Desconocido hasta el cementerio? ¿O bien, sacien su sed anárquica en cualquier otra estatua de nuestros héroes? ¿Y vamos trasladando de nuevo? En Chile urge el restablecimiento del Estado de Derecho y en cuanto a la educación, la reposición efectiva de los ramos de Historia de Chile y Educación Cívica; el Servicio Militar Obligatorio; y la sana costumbre de las charlas y conferencias históricas por unidades militares, a las que concurrían delegaciones escolares de los colegios vecinos o cercanos, con el objeto de que desde temprana edad se empapasen de su historia, de los valores y símbolos patrios.

A los chilenos no parece haberles importado esta absurda resolución. Por supuesto, están interesados en el IFE, el cuarto retiro, la clasificación para el próximo Mundial de Futbol, mientras que el Congreso y la Convención compiten en quien se salta más la C.P.E. Unas pocas voces aisladas han expresado similares sentimientos, felizmente más acertadas que esta modesta pluma, por ello adhiero a la carta de mi querido amigo, el general Hernán Núñez, que en la voz enfervorizada de un actor me hizo recordar los versos de Santiago Polanco Nuño que electrizaba al escucharlos (Lo conocerán las nuevas generaciones):

¿Dónde están los míos? ¿Dónde están mis camaradas? ¿Dónde están los que cantan los himnos y canciones de la Patria en nuestro recuerdo? ¿Por qué han permitido esta ofensa, este oprobio, este deshonor? ¡Yo que junto a una legión de bravos di la gloria a este Ejército!... Ya no tienen a su Soldado Desconocido.

Nos derrotaron, y me han dejado abandonado tras las filas enemigas.

 

YA NO MAS

 

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)

 

 

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3 comentarios:

  1. El pago de Chile. ¡ Me da verguenza ¡ Es cierto hemos abandonado a los que nos hicieron Patria.

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  2. Me cuesta explicar a mis amistades extranjeras lo que ha sucedido en Chile estos últimos dos años y la tolerancia e impasibilidad gubernamental para dejar que estas bandas de terroristas, delincuentes, narcotraficantes y anarquistas se hayan adueñado del país y continúen en su afán destructor sin que nada ni nadie los detenga. Tengo claro que hay un solo responsable y se llama Sebastián Piñera. A él sólo le interesa que no lo destituyan y conservar el mando hasta el 22/3/22 dejando atrás un país arruinado. Me duele el alma observar que se ha retirado la estatua del General Baquedano y ahora del Soldado Desconocido, cuya memoria deberíamos honrar y no mancillar con actos vandálicos.

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  3. Una vergüenza lo acaecido en torno a la estatua del general Baquedano y a la tumba del soldado desconocido. Un gobernante sin carácter para establecer el orden, una ministra de la cultura absolutamente irrelevante tienen gran parte de responsabilidad en la afrenta a estos héroes.

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237. ¡OH LA JUSTICIA MILITAR!

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