La convención se fue al chancho
-Pero no generalicemos tata, le responde el Pipe, -30 años-
somos muchos que no estamos ni ahí con el borrador de la Constitución. Dios te
oiga y el Diablo se haga el sordo, le responde su abuelo.
Y continúa Toribio, tratando de reforzar sus comentarios.
No les ha bastado presentar un borrador con 500 artículos y
162 páginas -estableciendo un nuevo record de Guinness- que lejos de
representar el interés de todos los chilenos, crea profunda divisiones con el
mal llamado plurinacionalismo, plagado de beneficios y derechos sociales
especiales por sobre la inmensa mayoría de nuestros compatriotas y con un preámbulo
que refleja el ideologismo de sus redactores, desgraciadamente consensuado en
la Comisión por Renovación Nacional:
Nosotras y nosotros, el Pueblo de Chile,
conformado por diversas naciones, nos
otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario
y democrático.
Considerando los dolores del pasado y tras un estallido social, enfrentamos las
injusticias y demandas históricas con la fuerza de la juventud, para asumir
esta vía institucional a través de una Convención Constitucional ampliamente
representativa.
Con ello, hemos decidido mirar el
futuro con esperanza y cambiar nuestro
destino sin importar el origen, condición o creencia de cada cual; para construir
una sociedad justa, consciente de su relación indisoluble con la naturaleza
amenazada por la crisis climática, que promueva una cultura de paz y de diálogo,
con un compromiso profundo por los Derechos Humanos, la justicia, igualdad y
libertad.
De esta manera, en ejercicio del poder constituyente adoptamos la siguiente Constitución de la República de Chile.
Pero a este mamotreto aún le faltan los artículos transitorios, al cual con “celebrado entusiasmo y desinterés” el gobierno del presidente Boric, hizo llegar un Informe a la Convención Constitucional emanado del Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia con aportes al debate de las normas transitorias –de autores desconocidos- pauteando de cómo debía abordarse dicho trabajo, sugiriendo, proponiendo, estimando, recomendando, etc., etc., basado en una metodología seguida por el Ejecutivo con 7 comisiones creadas para tal efecto, la que incluso proponen revisar ciertas normas aprobadas por la Convención. El citado documentito pesa nada menos que 55 páginas, interviniendo en forma flagrante la independencia y el trabajo de la Convención, en cuya redacción sin duda alguna, deben haber participado algunos de los enviados de García Linera.
Pues bien, lo que un miembro de la Convención denunció hace
algunos días a través de un video, afirmando que el organismo encargado de las normas transitorias
había elaborado una constitución ad-hoc para poner en marcha la Constitución, es
efectivo. Si lamentablemente es aprobada el 4 de septiembre -no exageró- por cuanto a las 162 páginas del borrador
habría que sumar 112 del Informe de la Comisión de Normas Transitorias que está
en discusión, con más de 200 indicaciones, muchas de las cuales pretender
enmendar lo ya aprobado y cerca de 70 artículos transitorios hasta la fecha.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
Si estimas de interés, ruego difundir
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