miércoles, 26 de octubre de 2022

160. PONGÁMONOS AL DÍA

 

Lo que realmente debe preocuparnos

 1. Persecución inclaudicable contra las FF.AA.

                        

            La odiosidad no tiene límites y llega a situaciones incalificables. Hace unos pocos días un grupo de parlamentarios solicitó al presidente de la República, adecuar el centro penitenciario Punta Peuco como establecimiento apto para recibir a reos comunes, con el objeto de descomprimir el hacinamiento de la población penal, asegurando que su segmentación se fundamente exclusivamente en criterios objetivos y exentas de cualquier tipo de franquicia. Antes de aludir a quienes propiciaron esta funesta iniciativa y en particular al resultado de su votación, es preciso señalar que esta instalación de Gendarmería se rige por normas comunes a toda instalación de reclusión de la institución, en cuanto a las materias de visitas, disciplina, seguridad y régimen interno y no hay franquicias. Personas ignorantes y en especial medios de comunicación que jamás han tenido la oportunidad de acceder sus instalaciones han difundido la calumnia de ser un centro de gran confort y que los internos gozan de especiales beneficios. Lo que pasa es que la naturaleza de los internos, sus hábitos y buenas costumbres permiten mantener una instalación digna gracias a sus esfuerzos personales y que van en beneficio de la misma instalación.  

            En Chile la población penal es alrededor de 42.500 internos, de los cuales un 68% son condenados y el saldo corresponde a imputados, existiendo a nivel país un exceso de 1,2% de población en relación con la capacidad; en la R.M. la cantidad de internos supera los 15.000, con una sobrepoblación de un 13 % (2018). En cuanto al personal militar recluido en los diferentes centros penitenciarios del país suman a la fecha 242, aprox., de los cuales alrededor de 120 se encuentran en Punta Peuco, prácticamente con su capacidad completa. De manera que pretender descomprimir el hacinamiento es los más burdo y estúpido que se pretenda. Su objetivo es otro, seguir humillando y dando un trato inhumano a su población, que dicho sea de paso además de su precario estado de salud, un 27% está en el rango etario 60-70; el 48%:71-80; el 19%: 81-90; el 2,5% superior a los 90 años. Solo 6 son menores de 60 años, mayormente ex soldados conscriptos que jamás debían haber llegado a un penal.

            Los autores de esta nefasta iniciativa, Toribio los individualiza, no con el objeto de que sean funados -jamás sería su propósito…. sino para conocer donde está la mala leche: Carlos Bianchi, René Alinco, Jaime. Araya, Marta González, y Héctor Ulloa. Infelizmente esta petición fue aprobada por 67 votos a favor, 43 en contra y 10 abstenciones. Entre los votos a favor que obviamente contó con toda la izquierda, se sumaron todos los diputados de la Democracia Cristiana, un gran número de independientes  en cupo de la izquierda; por el Partido de la Gente, Roberto Muñoz y Karen Medina. La abstención contó con los votos R.N. de Mauro González, Francesca Muñoz y Erika Olivera, ex militante; y el UDI Joaquín Lavín. 

 La inmigración ilegal descontrolada.  


        Toribio cree que ya nadie en Chile puede dejar de reconocer que a partir de Bachelet 2, Piñera 2 y el actual gobierno, en concomitancia con el Congreso -parlamentarios que la han apoyado o guardado cómplice silencio- a lo que se suman los tribunales de justicia, el Servicio Jesuita de Inmigración (SJM), entre otros, son los únicos responsables del descalabro que ha caracterizado el ingreso irregular a través de nuestras fronteras y las condiciones de vida a que son expuestos tanto los migrantes que han huido de sus países en busca de mejores oportunidades que no hemos podido satisfacer. Estas situaciones han irradiado hacia nuestra propia población residente, especialmente en la zona norte que ha sido y es la más afectada, en especial en los aspectos de salud, vivienda y educación por el aumento indiscriminado de demandas imposibles de satisfacer y extendido al resto del país. Los campamentos en condiciones de hacinamiento e insalubridad han desbordado el hábitat, ya superan los 1000 y precisamente no son como el desierto florido que embellecen nuestro territorio por meses, sino están para quedarse, desgraciadamente.  Los espectáculos que ofrecen avenidas completas de toldos azules en plazas y lugares públicos viviendo a la intemperie y en condiciones de salud e higiene  indignas para un ser humano. Los objetivos de promover y proteger la dignidad y los derechos de las personas que migran a Chile, acompañando su proceso de inclusión social, a través de un modelo de trabajo multidimensional e incidiendo en la sociedad para que reconozca la riqueza de la diversidad humana, que son los preconiza el SJM. y que deben formar parte de nuestra política migratoria, rayan en el agua ante semejante caos. 

            Y no es una negativa a la letra de la canción que reza: verás cómo en Chile queremos al que es forastero, sino que no podemos permanecer impávidos frente al crimen organizado -como el deplorable Tren de Aragua importado desde Venezuela- la delincuencia y el narcotráfico que reina en nuestras poblaciones como jamás había pasado a través de toda nuestra historia. El enjambre de motochorros, asaltantes, traficantes de droga y Delivery ilegales que tienen la tupés y el desatino de amenazar con un paro si son controlados, pone en evidencia a qué situación hemos llegado. Un video  “viralizado” muestra a un haitiano que exige una indemnización de $100 millones por haber sido traído engañado a Chile. Recordemos que fue obra de Bachelet los miles de migrantes caribeños que permitió el negociado del siglo para las empresas áreas que nacieron de la noche a la mañana y luego desaparecieron. Toribio, como es mal pensado –medio hocicón- afirma que esta migración redundó en el posterior mandato como Alta Comisionada de DD.HH en la ONU; el costo lo tuvimos que pagar los chilenos. Pero también las voceras de Piñera, Pérez y Rubilar y el propio mandatario pregonaban el ingreso sin límites de venezolanos; recordemos el triste espectáculo del presidente en Cúcuta, cuando pretendía jugar en las ligas mayores; pero con tanto ofrecimiento se le coló el Tren de Aragua y una amplia gama, narcos, los agitadores del “octubrismo. Etc.”

            Ahora por qué es tan fácil ingresar a través de nuestras extensas fronteras con Perú y Bolivia. Lo anticipó mi general Pinochet cuando Chile ratificó el Tratado de Otawa, después de tres años de discusión en el Senado, en el 2001. Fue categórico cuando afirmó que permitiría el ingreso de contrabandistas, narcotraficantes, delincuentes e ilegales, además de descuidar la defensa de nuestras fronteras. Premonición cumplida en  niveles jamás esperados. Este Pacto, en el cual Diana de Gales fue la principal impulsora, en el especial en África, donde habían proliferado en forma irregular y descontrolada, causando miles de accidentes con fallecidos y heridos, aboga por el desarme y prohibición de la adquisición, producción, almacenamiento e utilización de minas antipersonales. Para Chile ha significado levantar cientos de miles de minas antipersonales y antitanques sembradas en nuestra frontera como parte de la defensa territorial durante la década del 70 del siglo pasado, por los peligros de guerra a que estuvimos enfrentados con todos nuestros vecinos, hechos que gran parte de nuestra juventud actual desconoce. Al 2009, 156 países habían ratificado el Tratado y 37 naciones, incluyendo China, India, Rusia y Estados Unidos no eran parte de la Convención.

            Paradojalmente, en Chile desde los 70 hasta su actual levantamiento, los accidentes han sido escasos y afectaron en especial a ilegales y contrabandistas; y de hecho, lamentablemente, los fallecidos durante la inmigración aun persistente a consecuencia de las duras condiciones climáticas, la altura y largas jornadas para personas que han recorrido cientos de kilómetros a pie para ingresar a nuestro país, han sido mayores en estos pocos años.

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)

                                           Si estimas de intrés ruego difundir                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  

1 comentario:



  1. Como le he comentado en varias oportunidades a mi amigo Toribio, soy un agradecido del rol que jugaron nuestras FF.AA y en especial el Ejército, para combatir el infame gobierno de la UP. Paradojas del destino, Allende tiene una estatua frente a La Moneda y un gran número de militares cumplen largas e injustas condenas en Punta Peuco. Me queda claro que a partir del gobierno de Patricio Aylwin y su retorno a la civilidad, las FF.AA han enfrentado estoicamente sistemáticas persecuciones llenas de odiosidades y revanchismo. Sinceramente creo que esto no debió ocurrir y el Ejército jamás debió aceptar tantas e injustas persecuciones y debió hacerle al poder civil un "paralé" claro y contundente, desde el primer momento en que se produjo el traspaso del gobierno
    al poder civil. Hoy ya es tarde para eso.

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