La muy escasa memoria
La pérdida de un ser querido, ya sea un amigo o un familiar, sin duda alguna que constituye momentos de profundo dolor y que solo el tiempo
logra atenuar, aunque no en su totalidad. De manera que es absolutamente
legítimo que con ocasión del aniversario de un fallecimiento quienes se
sientan más cercanos y sus familiares expresen en forma libre sus sentimientos,
más aún, tratándose de una figura pública, como es el caso del deceso del
expresidente Sebastián Piñera. Por tanto, no nos debe extrañar la publicidad
dada a este acontecimiento por los medios de comunicación social a través de
cartas y de editoriales, lo que se preveía. Bastaba concurrir al cementerio
Parque del Recuerdo y constatar que su ingreso peatonal
estaba guiado y coronado por una muy detallada exposición fotográfica que exponía
la vida y obra del ex mandatario.
Esta modesta pluma no difiere de los honores y recuerdos que
se le prodiguen en su memoria, pero de ahí a pretender erigir una estatua, por
mucho que haya sido parlamentario, presidente de partido y dos veces presidente
de la república no justifica que se le eleve a las alturas como lo han hecho
personeros políticos; que catalogan como el mejor presidente en los últimos 30
años; en particular la ex ministro Karla Rubilar, quien aseguró que el 69% de
los chilenos estaba de acuerdo, sin precisar la fuente de su opinión. Si la
familia y sus seguidores pretenden hacerlo, perfecto, pero con fondos propios o
erogaciones, pero no en ningún caso en la Plaza de la Constitución, por mucho
que la “habite” injustificadamente Salvador Allende, quien hizo abuso reiterado
de ella.
Toribio no cree necesario referirse a su gestión pública como
mandatario, en especial durante el segundo que es de todos conocido; como tampoco
insistirá en todas sus conductas “inapropiadas” previas, como las compras de
acciones de LAN; el episodio del Banco de Talca, que le significara estar prófugo
de la justicia y librarse de ello gracias a su hermano José y a la ministra de
Justicia Mónica Madariaga; ni mucho menos el episodio de la radio Kioto con Evelyn
Matthei; entre otras.
Solo haré referencia al triste episodio de su reunión con
personal en retiro de las FF.AA. en el Círculo Español, durante su primera
campaña presidencial para obtener los votos de ese amplio sector, donde aludiendo
al tema de la Justicia en nuestro país, señaló: Quiero aplicar los principios que siempre han orientado la verdadera justicia.
En nuestro gobierno vamos velar para que la justicia se aplique a todos los ciudadanos
de este país, incluyendo por supuesto, a las personas que están en servicio activo
como a los en retiro de las FF.AA. y de Orden. Sin arbitrariedad, en forma
oportuna y sin mantener procesos eternos que nunca terminan. Respetando garantías
fundamentales, como el debido proceso; como lo es la presunción de inocencia y
como es también la imparcialidad del tribunal que debe juzgar los casos y
también la aplicación correcta de acuerdo a nuestra legislación y a los
tratados internacionales del principio de la prescripción de los delitos.
Sebastián Piñera (Q.E.P.D.) no solo incumplió cada uno de los principios antes señalados, sino que, además de cerrar el Penal de Cordillera bajo la presión del P.C. – y que hizo bajo un tremendo montaje comunicacional- en su segundo periodo y con la dirección personal del subsecretario Rodrigo Ubilla -hoy asesor de Evelyn Matthei- se dedicó a reabrir procesos ya cerrados y denunciar a miles de funcionarios de las FF.AA, y de Orden en retiro que aparecen mencionados en la gran farsa, como lo son el Informe Rettig de la mal llamada Comisión de la Verdad y Reconciliación y la Comisión Valech, como consecuencia de ello cientos de camaradas fallecen en los penales sin ni siquiera recibir misericordia por su avanzada edad y precario estado de salud.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
Inicio este comentario diciendo que voté por Sebastián Piñera en todas las instancias electorales en que participó y reconozco que fue una persona muy inteligente, de gran formación académica, trabajador infatigable, gran gestor y un largo etc de sus atributos, pero como todas las personas
ResponderEliminartuvo luces y sombras y estas últimas me resultan inaceptables:
-El haber votado NO en el plebiscito y su rechazo al Gobierno de las FF.AA. me resultan oportunistas
-Incumplir su compromiso de liberar a miembros de éstas que aún cumplen largas e injustas condenas, violando los más mínimos Derechos Humanos.
-Su conducta empresarial a lo largo de su vida, que lo llevó a estar prófugo y fugitivo de la Justicia.
En estas actividades no tuvo escrúpulos en poner siempre por delante y hasta último momento
sus intereses personales.
Los chilenos somos un pueblo olvidadizo y solemos pensar que la muerte hace mejor a las personas.
Yo no creo eso y como católico le dejo a Dios su juicio.