¿El último apaga la luz y cierra la puerta?
Era la generación del recambio,
los “iluminates”, que venían a cambiarlo todo, pues obedecían a una estirpe
superior que terminarían con los vicios de la política que por 30 años venía
emponzoñándola; pero, a poco andar se vieron con el poder omnímodo y harta
platita en los bolsillos, autos y regalías, para muchos de ellos desconocidas,
porque jamás habían trabajado un día en su vida. Y como la cuestión era re
fácil, adoptaron como lema el título de esta columna. Sin embargo, en honor a
la verdad, es que estos muchachos lo hicieron con mayor asiduidad, ya que este
cáncer apareció apenas llegó la democracia y como la enfermedad, no ha hecho
distinción de colectividades.
Y como los chilenos tenemos muy
mala memoria, Toribio les exhibe una pequeña muestra en orden cronológico: Bajo
el gobierno del señor Lagos (2002-2006), el caso MOP-GATE, con dos licitaciones
truchas que permitió el sobre sueldo a 130 funcionarios del MOP, con un total
de $34 mil millones y la compra de trenes a España con contratos duplicados y
asesorías inexistentes por un monto de $12 mil millones; el 2008, bajo el
gobierno de Bachelet, la ministro de Educación Yasna Provoste -hoy Senadora-
fue acusada constitucionalmente por la pérdida de $260 mil millones, por
subvenciones entregadas sin respaldo; un estudio realizado entre los años 2011
y 2013 a 50 mil personas de las 165.000 pensiones otorgadas a exonerados,
concluyó que el 20% eran datos falsos -gran parte certificados por honorables
miembros del Congreso- y que a esa fecha alcanzó la suma de $150 mil
millones. De mantenerse esa proporción en el total de las pensiones otorgadas,
habríamos llegado a $495 mil millones, imagínense el monto al día de hoy; el
caso del fraude de Luminarias (2017) por $44 mil millones, estando aún
pendiente el caso del municipio de Recoleta; durante la pandemia -222-2023- el
gobierno dispuso una bonificación para la clase media equivalente a las rentas
que oscilaran entre $400 mil y $2 millones y que hubiesen disminuido en un 30%.
Se inscribieron 37.000 empleados públicos y cerca de 300 mil particulares, cuyas
remuneraciones no habían disminuidos, lo que significó una pérdida de $200 mil
millones; súmese a lo anterior, los casos Convenios y Procultura -actualmente
en desarrollo- por $14 mil millones y 7 mil millones respectivamente.
Paciencia querido lector, Toribio
no ha hurgado en cientos de municipios objetados por la CGR y pensar que el ex
Contralor Bermúdez quiso echar a la actual, a “Santa Dorothy”, porque hay que
encenderle velitas y que transmita el espíritu santo a toda la administración
pública. A la seguidilla de escándalos anteriores está el uso fraudulento de
licencias médicas de 25 mil funcionarios públicos, que las emplearon para salir
al extranjero, entre los cuales figura el exministro Barraza (PC) y un funcionario,
amigote del mandatario, con el que en su juventud fueron detenidos en Punta
Arenas por rayados en la vía pública. Hay constancia que el sector de salud,
precisamente es un servicio donde hay mayores aprovechamientos, incluyendo a
médicos, que olvidaron el juramento de Hipócrates y optaron por Creso. Pero
ojo, estos fueron los pertenecientes al grupo ABC1 que pueden costear un viaje
al extranjero, súmeles los que lo usaron para hacer otros “pitutos”, costear un
vuelo nacional o pagar 10 lucas e irse a la playa. Y para no agotarlos o que se
pongan a llorar, considere que la Fiscalía Metropolitana Oriente entre 2022 y
2023 detectó 70 mil falsas licencias médicas con un costo de $700 mil millones-
25% del presupuesto anual de FONASA para el pago de licencias- y que en una reciente
publicación leí que el fraude total sería de US$154 mil millones, no lo pongo
en pesos, porque costaría leer la cifra. Raya para la suma, sin incluir la
última cifra estaríamos hablando de $1.066 billones…si, se puede levantar y
sentarse. Dinero más que suficiente para aportar al déficit superior a las 600
mil viviendas o para el financiamiento de Salas Cunas que es más prioritario que
la gratuidad universitaria o enfermedades de muy alto costo, entre otras
necesidades más urgentes.
Por esta razón que es necesario que el celo evidenciado por la Contralora, lo sigan los fiscales encargados de descubrir los fraudes de las fundaciones, porque todo “huele a peligro.” Las justificaciones dadas por el Fiscal Nacional para remover al fiscal Cooper no se las cree ni su señora. Y no hay duda, según el mal pensado de Toribio, ahí entraron a tallar los compadres paleteados: Elizalde – Valencia, porque la “sangre estaba llegando al río.” Esta pluma tiene poca fe en la 2ª. Sala de la Corte Suprema, porque está impregnada de la estela que han dejado Juica -el de las ficciones jurídicas-Brito, Cisternas, Daham y otros. Ojalá me equivoque y vuelva Cooper a sus funciones.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
Cómo siempre, claro, preciso y veridico mi gran jefe de las botas de cuero de.
ResponderEliminarAtte a us
A robar, a robar, que el mundo se va a acabar. Merluzo, te queda poco tiempo.
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