Inesperado y dramático
No ha sido una semana de la cual podamos guardar buenos recuerdos. Por una parte, está el reciente deceso del expresidente Piñera; y por otra, los desastrosos incendios que principalmente han afectado a la región de Valparaíso.
Con respecto al accidente sufrido
por Sebastián Piñera que significara su fallecimiento, no faltaron los “opinólogos”
que antes de las investigaciones especularan sobre las causas del accidente; no
hay caso, los chilenos somos muy copuchentos. Conocido ya el informe del
Instituto Médico Legal que la causa fue de asfixia por inmersión, para quienes
en alguna oportunidad se han visto cercanos a ello, es realmente angustiante el
estar consciente y constatar lo infructuoso que resultan los esfuerzos para
revertir tal inesperada situación. Ninguna persona en su sano juicio se merece
ese martirio.
Como suele ocurrir, cuando fallece
un individuo que por largos años ha sido una persona clave en la política
chilena durante los últimos decenios, y en especial un ex mandatario, no faltan las voces y las
expresiones de dolor o sentimientos sinceros que en forma espontánea se le
brindan al extinto. Las numerosas cartas publicadas en los medios escritos y
testimonios en radio y televisión, ponen en evidencia que en general los
chilenos somos de “buena tela”, pues en momentos de tanto dolor para sus
familiares estas expresiones constituyen un bálsamo que contribuye a aplacar en
parte sus pesares. No me tragaré sin embargo, las palabras que la “influencer”
Camila Vallejos ─que decidió recién suspender sus vacaciones, taimada con Boric
por el hecho de haber citado el CONSUSENA, a lo que el PC se oponía– pueda
expresar en favor del expresidente; como tampoco las referidas por Boric, después
que en el 2011 en un twitter indicara: “No
queda otra que matar a Piraña, para refundar Chile” y a quien amenazó con
perseguir en los tribunales internacionales por delitos de DD.HH., incluso una vez
dejado su cargo. Me imagino que el
citado personaje estará por lo menos arrepentido o pensará que están dadas las condiciones
para refundar el país.
Toribio no es un hipócrita que se
suma a las adulaciones que algunos chilenos le han expresado, a sabiendas que
piensan lo contrario ─aun reconociendo aspectos positivos de sus gestiones─ pero
si, comparte como cristiano el pesar de toda su familia, en especial de su
esposa, Cecilia Morel, que fue un pilar fundamental durante sus dos mandatos ─estando
en las buenas y en las malas─ lamentando por otra parte, que su fallecimiento
haya sido en forma tan trágica. Reconoce también el recogimiento que no le fue
inmune al momento de su llegada al grupo 10 de la FACH. Pero, tampoco será
partícipe de los numerosos mensajes que circulan descalificándole por su
gestión como presidente de la república y otros, como la “lista de la
desvergüenza” que circula por redes, lo que prefiere omitir dada estas
circunstancias; o como los enajenados mentales que una vez más escribieron consignas
en su contra en la Plaza Baquedano. Solo puede expresar sinceramente que
descanse en paz y que su familia tenga la fortaleza necesaria para enfrentar
tan terrible pérdida; y congratula, independiente de sus diferencias políticas que se recuperen las
tradiciones republicanas con el funeral de Estado. El funeral de Estado del
expresidente Piñera confirma una vez más, que en tales circunstancias aflora lo
mejor de aquellos que no estamos ideologizados y destacamos las virtudes y
logros del exmandatario, omitiendo nuestras diferencias, haciendo fe de un
verdadero sentido democrático.
Fernando Hormazábal
Díaz
General de Brigada
(R)
Sin duda es lamentable el trágico fallecimiento del ex Presidente Piñera y no es el momento de hacer
ResponderEliminarcomentarios críticos de su gestión, tanto empresarial como política y de ambas tengo una buena cantidad. Ya llegará el momento de hacerlo. Entretanto que descanse en paz .!