¿Prefieres un hijo muerto o trans?
Toribio,
está consciente que el título de la presente columna no es estimulante y no es
de su autoría, sino que fue extraído de un video ampliamente difundido por
Jenny Muñoz, profesora, en que da cuenta a su vez, de un reportaje publicado
por radio Bío Bío sobre una investigación* elaborada por la periodista Sabyne
Dryzdale, quien casualmente tuvo acceso a una información que afectaba a niños
“trans” en Inglaterra, lo que llevó a dicho gobierno a prohibir los
bloqueadores de pubertad en los niños, salvo pruebas clínicas. Esta resolución
estuvo apoyada en la publicación del “Cass Review”, investigación independiente encomendado por el Sistema de
Salud Británico (NHS) a la pediatra y ex presidente del Royal College of Paediatrics
and Child Health, Hillary Cass. El informe en cuestión ─388 págs. ─ es lapidario a pesar de la cautela utilizada en su redacción, pues se
sostiene que la evidencia médica es sorprendentemente débil para justificar las
intervenciones que se realizaron a muchos menores de edad, agregándose que los
datos examinados no constituían una base confiable para tomar decisiones
clínicas, y menos aún, para los menores y sus familias. A mayor abundancia,
además de la precariedad llevada a cabo
“que sus efectos secundarios, como la infertilidad, enfermedades metabólicas,
osteoporosis y mermas en la vida sexual, superan con creces los beneficios de
la terapia”.
Esta investigación conocida como el informe Cass, que fue refrendado además por el Royal College of Psychiatrists, organismo que afirmó “estar totalmente de acuerdo con las recomendaciones que pretenden garantizar una evaluación adecuada a los riesgos y beneficios de cualquier intervención y que se utilicen datos transparentes y de alta calidad y enfoques vasados en la investigación” tuvo como consecuencia que además de Inglaterra, Escocia y Gales tomaran la misma medida; a su vez, Noruega, Dinamarca y Finlandia ya habían tomado previamente un camino más conservador en la misma medida que Inglaterra. Mientras que Alemania, Italia y Bélgica están sometiendo a revisión sus políticas de tránsito en menores. Por su parte, un informe del investigador Rodrigo Pérez, de IES, apunta que la Relatora Especial de la ONU para la violencia contra las mujeres y niñas apoyó el compromiso hecho por el Ministerio de Salud y Atención Social británico, pues que considera que el informe Cass “ha mostrado muy claramente las consecuencias devastadoras que las políticas sobre tratamientos de género han tenido en los derechos humanos de niños, incluidas niñas…sus implicaciones van más allá del Reino Unido”. En concordancia con lo anterior, el pasado mes de mayo, el gobierno peruano promulgó una ley ─yendo aún más lejos─ que considera a las personas transgénero como personas con problemas de salud mental que necesitan apoyo; en Francia, un grupo de senadores calificaron los tratamientos del proceso de transición como uno de los mayores escándalos éticos de la historia de la medicina.
En Estados Unidos, la doctora Miriam Grossman, autora del libro
“Perdidos en la Nación Trans,” “busca
alertar sobre el fenómeno del transgenerismo que hoy afecta principalmente a
niños y adolescentes, y especialmente a mujeres, quienes son más sensibles a
las comparaciones ascendentes a través de las redes sociales”; y en este
mismo orden de ideas, la investigación de Sabine Dryzdale señala que la
Endocrine Society al respecto emitió una declaración donde señala: “Nos mantenemos firmes en nuestro apoyo a la
atención género afirmativa y que el Cass Review, no considera ninguna
investigación nueva que contradiga nuestras recomendaciones.”
La
interrogante que encabeza esta columna, es la que afrontan numerosos padres de
familia y algunos consideran que han sido manipulados y se sienten aterrados al
tener que aceptar sin cuestionamiento la transición de género de un hijo o
hija; el uso de bloqueadores hormonales, hormonas fertilizantes e incluso
cirugías, como Toribio hará referencia en la próxima columna: “Y en Chile como
estamos”
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada
No hay comentarios:
Publicar un comentario