“Comunachos y Frente Amplistas”
Execrable casta en que vinimos a caer por culpa del ausente (Q.E.P.D) y de personeros de una pseuda derecha, temerosa de su identidad y congraciante, que nos hacen extrañar cada vez más a los viejos tercios de antaño y que ya partieron. A las innumerables situaciones que mantienen en zozobra a nuestra población y con pocas “luces” que vislumbren solución a corto plazo, como la descontrolada inmigración, crimen organizado, drogadicción, terrorismo, latencia en los hospitales con listas de espera borradas o botadas a la basura, y un largo etc., etc., a diario se suman situaciones y hechos que ponen de manifiesto el populismo y el cinismo de quienes venían a cambiarlo todo, pues era una clase emergente con valores y capacidades superiores a las que habían gobernado la nación en los últimos decenios.
A la imposibilidad de presentar una
nueva edición de la obra del ilustre académico y filósofo Juan de Dios Vial
Larraín, porque recalcitrantes individuos argumentaron en su contra haber
desempeñado un cargo ministerial bajo el gobierno de Augusto Pinochet ─ a lo
que no estuvo ajeno el rector Carlos Peña, gurú intelectual ─; se suma la irrupción de un grupo de
alumnos pro palestino en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, mientras
la Primera Ministro de Ucrania ofrecía una clase magistral; y el reciente revuelo
de los progresistas causado porque en el Claustro Pleno de la U.C. de Valparaíso,
un académico señaló “que como científico
puedo afirmar, sin lugar a dudas, que el cambio de sexo no existe, una
verdad incontrovertible, pues todas las células del hombre desde la fecundación
son XY. “Ninguna reflexión profunda, ni
individual, colectiva, social o cultural podrá cambiar la naturaleza de mi ser”.
Estos virtuosos ─entre otras cosas
ultra feministas─ a pocos días de entrar en vigencia la denominada ley Karin
para la prevención y sanción de acoso y la violencia en el entorno laboral,
dieron muestra de sus inconsecuencias en la más clara del ideologismo nefasto que
acompaña todas sus acciones, al agregar el caso de Isabel Amor. Ex jefa
regional del INDH de Nuble postuló en el Sistema de Alta Dirección Pública para
optar al cargo de Directora Regional del Servicio Nacional de la Mujer en Los
Ríos, siendo seleccionada. Sin embargo, a los dos días de asumir fue removida
de su cargo por “pérdida de confianza”, lo que es a todas luces una
inconsecuencia y un absurdo, lo que ha dado lugar a una fuerte adhesión a su
causa a través de los medios, pese a las razones esgrimidas por dicho servicio ante
“sucesivas omisiones de información
relevante y acciones por parte de esta profesional. Entre ellas, no informar
las dificultades de su relación con agrupaciones de DD.HH.” y comentarios desafortunados relativos a la condena
de su padre, lo que no ha sido comprobado y aunque así lo
fuera, pues, es lo mínimo que se puede exigir a un hijo o hija ante la certeza
del correcto proceder de su progenitor. Pero lejos de apagar el incendio, la
ministra Orellana en su carta al diario El Mercurio tratando de responsabilizar
al medio por una supuesta modificación al texto de la entrevista de la
afectada, le agregó acelerante.
¿Cuál fue el quid del asunto? El padre de Isabel Amor, Manuel Antonio, uno
de los mejores alumnos de mi promoción de la Escuela Militar, no siguió la
carrera y optó por Medicina, ingresando al Ejército años más tarde como
Asimilado a Grado con un número determinado de horas, es decir era un médico
civil, y como tal le correspondió cumplir tareas donde la institución lo
designara, como lo fue el Puesto de
Atención Sanitaria desplegado en el Estado Nacional, lugar de reclusión de
detenidos con posterioridad al 11 de septiembre de 1973. Resulta qué, entre los
miles detenidos se encontraba Luis Corvalán Castillo, miembro del PC, al igual
que su padre, Secretario General de dicho partido, conocido como el Patitas Corta. Toribio apunta que éste fue encontrado y detenido ─según
testigos─ bajo la cama de la casa de su pareja, querida, concubina o
correligionaria, pero que no era su domicilio. Años más tarde fue intercambiado
por el disidente soviético Vladimir Bukovsky. Como es evidente, su hijo, el
detenido, no era una persona común, pertenecía a un partido de la actual coalición de Gobierno.
Según el fallo del juez instructor había sido torturado y más tarde trasladado a otro recinto en el norte del país; dejado en libertad viajó al extranjero falleciendo años más tarde en Bulgaria. El doctor Manuel Antonio Amor fue sentenciado por la Corte de Apelaciones y Corte Suprema como cómplice de secuestro calificado, delito de lesa humanidad, porque como ya forma parte de la estructura de todos los fallos de la corrupta justicia para con los ex-miembros de las FF.AA, “no podía no conocer los hechos que ahí ocurrían”. No deja de llamar la atención que el juez instructor Leopoldo Llanos, uno de los más prevaricadores del escalafón de Justicia y famoso por las duras condenas en sus fallos, no obstante, haya condenado a Manuel Antonio solo con la pena de TRESCIENTOS UN DÍAS de presidio menor en su grado medio, como encubridor del delito de tormentos o torturas inferidas a Luis Alberto Corvalán Castillo, consciente que no tenía nada que ver, pero como había que juntar méritos para la Suprema algo había que darle.
Los que si no merecen ni perdón ni olvido, son los bastardos, as, y es, de
la Corte de Apelaciones y Suprema que le subieron la pena a tres años y un día,
pero como cómplice del delito de secuestro calificado, pretendiendo
encausarlo por delito de lesa humanidad, por cuanto en esa sede de justicia no podían no conocer que tales delitos solo están
vigentes en Chile a partir de junio del 2009, y que tanto en nuestra legislación
como en el propio Estatuto de Roma esa pena no es retroactiva.
Toribio, cada día es más proclive a lo que permanentemente Pepe Grillo le sugiere respecto a esta cáfila de depredadores de la justicia en Chile: “por la razón o la fuerza.” Desde mi ostracismo un abrazo virtual querido Manuel Antonio y espero dártelo personalmente algún día.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
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