252. ¿ESTADO DE SITIO?

 

El piscinazo del Panzer

    Quien iba a pensar que J.M. Insulza con un pasado “glorioso” como ministro en varias carteras en los gobiernos de Frei y Lagos, ex S.G. de la OEA y ex agente de Bachelet ante la Haya, ahora como senador del P.S. salga con esta petición. ¿A título de qué? muchos se preguntarán, cuando tiene la butaca asegurada hasta el 2026 y no tiene competencia. Pero no debe extrañar, desde temprana edad se ha paseado por varios partidos y movimientos. Se inició muy joven en el PDC -aunque Ud. no lo crea- cuando “pololeaba” con doña Carmen Hertz, mientras preparaba su tesis doctoral “Teoría y práctica revolucionaria en la obra de León Trotski”; luego emigró sucesivamente al MAPU y PS, de ahí su vena subversiva para ser partícipe del Grupo Puebla.

    Por esta razón el Panzer ha recibido balazos de izquierda y de derecha, pero como tiene un tremendo blindaje las balas le rebotan. ¡Estado de Sitio para qué y con qué! Vamos por parte. Este estado de excepción constitucional se declara en caso de guerra interna o de “grave conmoción interior”, con aprobación del Congreso; el presidente de la república podrá restringir la libertad de locomoción; suspender o restringir el derecho de reunión; y arrestar a las personas en sus propias moradas o en lugares que no sean cárceles ni estén destinados a la detención de prisión de reos comunes. Por otra parte, la ley 1815 señala que las atribuciones  del mandatario podrán ser delegadas, total o parcialmente a los jefes de la defensa nacional que él designe, lo que significa en este caso particular que Carabineros, Investigaciones, alcaldes , gobernador y hasta el delegado presidencial se meten a la fila. Esto último, al diputado socialista y asiduo pitutero a los matinales, Raúl Leiva, no le gustó, los “militares no pueden actuar sin orden de un fiscal”, dijo ayer.

    Toribio, se permite recordarle al gordito parrillero -escoba me dirán mis amigos- que el Estado de Sitio fue el que rigió en los primeros años del gobierno militar, cuando realmente había conmoción por la subversión y terrorismo desatado por la izquierda, sus cófrades que hoy gobiernan, y de cuya aplicación en la actualidad hay más de 400 ex miembros de las FF.AA, sexa, septa, octo y nonagenarios falleciendo en las cárceles juzgados por magistrados y tribunales ideologizados y varios cientos más en proceso. ¡Y espera que salgan a poner orden! Espérense sentados. Cuando se llevan años con las famosas RUF absurdas que limitan su accionar y mientras no sean juzgados por la Justicia Militar, contraviniendo normas expresas como en la actualidad. ¿De qué estás fumando José Miguel?

    ¿Con qué medios se contaría en caso de acogerse esta sugerencia? ¿Con 7.000 conscriptos ocupados en el norte para controlar inmigración irregular y en la macrozona Sur a los pseudos mapuches narcos, donde realmente hay terrorismo? El elástico no se puede estirar más. Las dotaciones han disminuido paulatinamente a través de los años. Si quieren satisfacer las necesidades hay que volver a las cifras de 15.000 o más soldados y con 18 meses de conscripción; y otorgar una remuneración a lo menos de un sueldo mínimo. La dotación de Carabineros en 1930 era alrededor de 19 mil hombres, cuando la población de Chile era un poco más de 4 millones de habitantes y en Santiago no se alcanzaba a 1 millón, es decir un policía por cada 220 habitantes. Hoy somos más de 19 millones ─más de 20 con los inmigrantes ilegales─ alrededor de un carabinero por cada 380 habitantes; pero en la R.M. con 7,6 millones, esa proporción disminuye a un carabineros por cada 537 habitantes. Las cifras hablan por sí solas.

    Se habla de una cárcel con el estándar europeo. A razón de $2 millones o más mensuales por reo. ¿Para qué, si los reos no serán europeos, sino chilenos y latinos en general, la destruirán igual? Dispongan ese dinero para proteger la infancia y terminar de una vez por toda con la cadena de la delincuencia. A esta gama de criminales rematados hay que hacerles cárceles más económicas en una de las tantas islas que tenemos, con un par de visitas al año y eso. Reestablecer la Pena de muerte saldrá mucho más rápido y económico para terminar con esta lacra. Me sumo a lo sugerido por mi apreciado ex cadete y ex ministro Cristián Labbé. Un escuadrón tipo Eliot Ness que terminó con el crimen organizado en Chicago ─por el momento mucho mayor que el nuestro─ y santo remedio. Pero para eso se requiere apoyo total y decisión política, caso contrario estamos hablando de “pura paja picada” y seguir alegando eternamente de lo mismo hasta que el crimen organizado sea el que nos rija. De nosotros depende, no de esta clase política incompetente.

 

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)