128. LA DESTRUCCIÓN EN CIERNES. III

 

Con Kabuki todo puede ser

       

         Encontré a Toribio “palabreando” a la Convención. ¿Qué te pasa, le pregunté?

-Los encargados de actualizar el texto de la Convención ponen al voleo los artículos que estaban pendientes y que han sido aprobados por el pleno, pero no se dan el trabajo de especificar a que título, subtítulo o párrafo corresponden, de modo que es como que bucear en la laguna del parque O’Higgins para ordenar el proyecto, me respondió molesto.

- Pero hay una comisión encargada de ello una vez terminado el trabajo de redacción, le respondí.

- Si, pero tú sabes a que los militares nos gustan las cosas ordenaditas y no esperar hasta el final, me respondió más calmado.

- Y cuál es tu menú esta vez, inquirí.

- Continuar con el desaguisado de los Derechos y Deberes, pero para los “ilustrados constituyentes” estos últimos fueron excluidos y no hay señal alguna de los deberes, solo un listado de derechos sociales y fundamentales que constituyen un enjambre y se agotan en cada capítulo de la más variada índole y alcance: colectivos e individuales, en especial los referentes a los pueblos indígenas, constituyendo una desproporcionada clase privilegiada, confirmando así que no somos todos iguales en dignidad y derechos como lo estipula el propio proyecto. Suman a la fecha una cincuentena, imposibles de financiar por el Estado, es decir por todos los contribuyentes, y en otros que la Constitución vigente los señala expresamente tan solo lo enuncian sin precisar.

Pruebas al canto:

·      Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale dice la norma vigente, pero hasta el momento los “dilectos constituyentes” no se pronuncian ni lo consideran entre los derechos fundamentales. 

·      La libertad de conciencia, la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público del actual ordenamiento, sin embargo, si bien no las ha aprobado el pleno, existirían limitaciones para los establecimientos educacionales con orientaciones religiosas.

·      En cuanto a la protección de la salud actualmente el Estado garantiza la prestación a través de instituciones públicas y privadas, que incluye cotizaciones obligatorias y cada persona tiene el derecho de elegir el sistema que desee. El proyecto termina con el ejercicio de esta libertad y crea un Sistema Universal público e integrado, considerando dentro de los múltiples principios que lo regularán - pura paja picada- el “enfoque de género”, criterio que se observa a través de todo el proyecto en diversos capítulos, lo que ratifica nuevamente que no somos todos iguales ante la ley.

    Al respecto es dable considerar que en el Derecho a la Igualdad y no Discriminación el pleno de la Convención hace un distingo entre sexo -entendiemdo hombre y mujer- y género, no explayándose al respecto, por lo que se deduce que corresponde al enfoque o percepción de las diversas oportunidades que tienen hombres y mujeres en la interrelación existente entre ambos sexos, dando lugar a una variada características que cambia según las diferentes culturas. 

    Generalmente reconocida bajo la sigla LGTBlQ+ pero que en algunos países el signo + alcanza la cantidad de 27 o más tipos, incluyendo la pederastia, la zoofilia y otras más repugnantes como la necrofilia que forman parte de la parafilia, lo que para algunos determinan diversas formas de acceder a los servicios de salud, y en especial de salud sexual y reproductiva.

   No faltarán los lectores que calificarán a Toribio como un exagerado o que se fue al “chancho,” pero con “Kabuki todo puede ser”. Dificulto que de esta Convención con el nivel de intelectualidad e ideologismo obcecado y afiebrado de la mayoría se pueda esperar cordura.    El rector de este sistema será obviamente el Estado -lo que es obvio- y financiado a través de las rentas generales de la Nación. ¿Cuál? cuando han reiterado que nuestra república no es tal, sino un Estado Plurinacional constituido por diferentes naciones o pueblos – estoy sacando punta al lápiz para demostrar su inconsistencia- en realidad me estoy yendo al chancho.

 ¡Ojo! adicionalmente el Estado podrá establecer el cobro obligatorio de cotizaciones a empleadores y empleadoras, trabajadoras y trabajadores con el solo objeto de aportar solidariamente al financiamiento. Lo anterior será una nueva bofetada para el sector productivo; posiblemente las grandes empresas podrán hacerlo sin dificultad, pues el mayor costo se traspasará a precios que pagaremos todos los chilenos, pero muy diferente será para el mediano y pequeño emprendedor, lo que redundará en despidos o término de la actividad productiva.

     Dos preguntas de un millón de dólares. ¿Será capaz el sector público de absorber los más de tres millones de afiliados a las isapres? a lo que cabría agregar el par de millones de pacientes FONASA que están en listas de espera para atenciones especializadas y cirugía? ¿Dará el presupuesto del “Estado Plurinacional” para absorber el costo total de licencias médicas? Considerando que por el año 2020 la suma de ambos sectores alcanzó la módica suma de $1.800.000.millones, cercano a los $2 billones, que al cambio actual serían aproximadamente $US. 2.118.millones si los números no me engañan.

 

Con Kabuki todo puede ser.

Vota rechazo y harás grande a Chile

 

 

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)

 

 

 

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